domingo, 28 de octubre de 2012

HISTORIA DE ESPAÑA: LA IIª REPÚBLICA


TEMA XVIII.- LA IIª REPÚBLICA (1931-1936)
El resultado de las elecciones municipales del 12 de abril pusieron de manifiesto que el pueblo español estaba en contra de la monarquía, por lo que el 14 de abril en la Puerta del Sol de Madrid se proclamó la República, y Alfonso XIII renunció a la Corona abandonando España por Cartagena rumbo a Marsella.
El nuevo régimen nacía en un momento de grave crisis económica mundial (el crac del 29) y de peligro para las democracias con el nacimiento de los fascismos (italiano y alemán), y recibido con entusiasmo por las clases medias y populares y tremendo temor por las élites sociales y económicas.
La falta de tradición democrática, conflictividad social, lentitud en las reformas y oposición decidida de las fuerzas conservadoras conducirían a la inestabilidad del nuevo régimen y a la guerra civil.
Se distinguen periodos bien diferenciados: Gobierno provisional (14 abril-28 junio 1931); Gobierno Niceto Alcalá Zamora (28 junio-2 diciembre 1931); Bienio Social-Azañista o Republicano-Socialista (1931-1933); Bienio Negro o Radical-Cedista (1933-1935); El Frente Popular (febrero-julio 1936) y la Guerra Civil (1936-1939).
I.- Gobierno Provisional (14 abril-28 junio 1931). Tras celebrarse el 12 de abril las elecciones municipales en las que candidaturas republicanas obtuvieron mayoría aplastante en todas las grandes ciudades, se produjo en toda España una oleada de manifestaciones aclamando vítores a la república. En Madrid, representantes de los partidos firmantes del Pacto de San Sebastián (agosto, 1930) constituyeron un gobierno provisional que se presentó en el Ministerio de Gobernación, en la Puerta del Sol, y proclamaron oficialmente la IIª República española. El gobierno estaba formado por republicanos conservadores, republicanos de izquierdas, radicales, socialistas y nacionalistas, estando al margen la derecha monárquica, nacionalistas vascos, comunistas y anarquistas.
El gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes para el 28 de junio, concedió una amplia amnistía para los presos políticos, se garantizaron las libertades políticas y sindicales, y se cambiaron a todos los cargos políticos por personas afines al nuevo régimen. Las elecciones tuvieron alta participación (70%) y la victoria fue para una coalición republicano-socialista que obtuvo 250 diputados de los 446 que componían la Cámara. Los diputados electos formaron las nuevas Cortes republicanas y el ejecutivo estuvo en manos de la coalición vencedora (republicanos y socialistas) que ratificó en su cargo de presidente de gobierno a Alcalá Zamora (que había sido varias veces ministro liberal durante la monarquía) y a los ministros del gobierno provisional.
II.- Gobierno Alcalá Zamora (28 junio- 2 diciembre 1931). Su principal labor fue dar forma al nuevo régimen y encauzar la elaboración de una nueva constitución muy avanzada para su época por su carácter progresista y democrático evidenciado en su artículo 1º (“República de trabajadores de todas las clases”; “Libertad y Justicia”; “todos los poderes emanan del pueblo”) que sería aprobada en diciembre de 1931:
1.- La Constitución Republicana de 1931 cuyas características son:
- Se constituía un Estado Integral aceptando la creación de gobiernos autonómicos regionales
- El poder legislativo residía plenamente en las Cortes unicamerales; el ejecutivo recaía en el gobierno formado por el Consejo de Ministros y jefe de Gobierno, y en el Jefe del Estado que sería el Presidente de la República; poder judicial se confiaba en jueces independientes.
- Los derechos y libertades se garantizaban plenamente, y se incluían por primera vez los temas sociales: se garantizaba la igualdad absoluta ante la ley, la educación, el trabajo, la no discriminación por razón de origen, sexo o riqueza; se permitía la expropiación por interés social y se definía el trabajo como una obligación social (“España una República de trabajadores de toda clase”); se establecía el sufragio universal a los 23 años de edad y por primera vez incluyendo a las mujeres, (se aplicó por primera vez en las elecciones de 1933 que ganó la derecha).
- Laicidad del Estado al no declarar ninguna religión como oficial y reconocer el matrimonio civil y el divorcio.
No consiguió el consenso de todas las fuerzas políticas pero fue aprobada por amplia mayoría (368 votos de 446), pero con profundas discrepancias entre la izquierda y la derecha por la cuestión religiosa y autonómica, dimitiendo algunos ministros por los artículos religiosos de la Constitución por lo que hubo una remodelación de gobierno: Manuel Azaña pasó a ser Jefe de Gobierno, y Niceto Alcalá Zamora pasó a ser Presidente de la República, comenzando el Bienio Social-azañista. Los símbolos del nuevo Estado serían: se cambió la Marcha real por el Himno de Riego (del general Riego que dio el pronunciamiento de instaurando el liberalismo durante el Trienio Liberal); bandera tricolor, rojo, amarillo y morado (adoptada como bandera nacional a mediados del XIX, se le añadía el color morado que usaba la Milicia Nacional).
2.- Los partidos tuvieron durante la República una actividad enorme y el Parlamento pasó a ser el centro de la vida política del país. Solo citaremos los más importantes:
A) Formaciones de izquierdas.
* Republicanos: Acción Republicana (a partir de 1934 Izquierda Republicana). Clases medias e intelectuales. Manuel Azaña. Partido Radical-Socialista: Marcelino Domingo.
* Organizaciones obreras: el socialismo con el PSOE y sus dos corrientes, una revolucionaria (Largo Caballero) y otra socialdemócrata (Julián Besteiro e Indalecio Prieto); el comunismo estalinista con el PCE (La Pasionaria) y el trotskista POUM -surge en 1936- (Maurín); sindicatos: socialista la UGT(Secretario General Largo Caballero); anarquista la CNT (los treintistas “Manifiesto de los Treinta” posiciones moderadas contrarias al anarcobolchevismo de los faístas -Ángel Pestaña-) y la FAI (extremista: Durruti).
* Partidos autonomistas. Esquerra Republicana de Catalunya (nacionalismo catalán; Frances Macià y Lluis Companys); ORGA (Organización Republicana Gallega de Casares Quiroga); de derechas estaban el PNV (democracia-cristiana: José Antonio Aguirre) y la Lliga Regionalista de Catalunya (F. Cambó).
B) Formaciones de centro-derecha: Partido Radical (Alejandro Lerroux) y la Derecha Liberal Republicana (Niceto Alcalá Zamora).
C) Formaciones de derechas: Partido Agrario; CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas, líder Gil Robles); monárquicos: Renovación Española (alfonsinos, Calvo Sotelo); Comunión Tradicionalista (antiguos carlistas).
D) Extrema derecha: El primer grupo destacable, dentro de su escasa dimensión, fue el Partido Nacionalista Español (PNE), fundado en 1930 por el neurólogo José Mª Albiñana. Confesionalmente monárquico, el PNE desarrolló una organización inspirada en las Ligas Patrióticas de los legitimistas franceses, pero fracasó su intención de consolidar una gran plataforma monárquica interclasista. Por esto la organización se radicalizó, en especial tras la creación de los Legionarios de España -tomando como modelo el fascismo italiano-, grupos de choque especializados en acciones violentas contra la izquierda.
El segundo gran grupo surgió alrededor de la revista La conquista del Estado, dirigida por Ramiro Ledesma Ramos y financiada por monárquicos. En 1931 se fundaron las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS), cuya línea ideológica se alejó pronto de la monarquía y se acabó identificando con el nazismo, con explícita admiración de Ledesma por Hitler. Decía promover una verdadera revolución social, anticapitalista y corporativista. Cuando las JONS se fusionaron con FE constituyeron el ala más izquierdista de la organización.
De un carácter muy semejante a las JONS fueron las Juntas Castellanas de Acción Hispánica (JCAH), fundadas en Valladolid por Onésimo Redondo, un antiguo dirigente del sindicalismo católico que se sentía seducido por el corporativismo mussoliniano. Aunque más moderadas socialmente, las JCAH se integraron en las JONS, que pasaron a tener una dirección bicéfala con Ledesma y Redondo.
Dada su escasa dimensión, la importancia de todos estos grupos radica en que acabaron formando el gran partido de la extrema derecha española del período republicano. Sin embargo, no fue ninguno de los anteriores el que sirvió de amalgama, sino el partido Falange Española (FE) que fundó en octubre de 1933 José Antonio Primo de Rivera, un joven abogado e hijo del anterior dictador, de amplias inquietudes intelectuales y una personalidad atractiva incluso para algunos de sus enemigos. Sin embargo, tras su fundación la FE apenas pudo desbordar el reducido círculo universitario. En febrero de 1934 culminó el acercamiento de FE a otros grupos de similar ideología, lo que llevó a la fusión con las JONS. Si en un primer momento FE de las JONS fue dirigida por los tres líderes coaligados, paulatinamente Primo de Rivera fue excluyendo al resto, al tiempo que iniciaba una progresiva identificación del nuevo partido con los correligionarios europeos; se fundó un sindicato falangista, la Central Obrera Nacional Sindicalista, y se organizó un aparato militar, en el que pronto destacó la llamada Primera Línea o Falange de la Sangre, su sección más violenta (su consigna clandestina era: CAFÉ -Camarada Arriba Falange Española-).
Sin embargo el gran problema de FE fue su financiación: desde un primer momento recibió ayuda de los monárquicos, pero ante las evidencias "anticlericales y revolucionarias" del programa de 27 puntos presentado por José Antonio, abandonaron al partido y apostaron por el Bloque Nacional de Calvo Sotelo. La solución vino de Italia, con una financiación regular otorgada por Mussolini. A pesar de esa ayuda FE era, hacia 1936, un partido muy marginal, ignorado por la derecha y combatido por la izquierda; nada hacía pensar que suponía un peligro para el régimen equiparable al que sus homólogos europeos significaban en sus países. La gran trascendencia que Falange llegó a tener para la historia de España se produjo al ser utilizada por quienes sí representaban un peligro extremo para la República (los militares golpistas antirrepublicanos).
La izquierda abogaba por una modernización de las estructuras políticas, sociales y económicas:
* Laicidad del Estado; * Democratización del ejército; * Reforma agraria; * Derechos sociales y laborales; * Estado Autonómico.
La derecha defendía:
* Estado confesional; * Privilegios del ejército; * Defensa de la propiedad agraria; * Oposición a cualquier tipo de reformas laborales; * Estado unitario y centralista.
III.- Bienio social-azañista, republicano-socialista o reformista (1931-1933)
A) Reformas
Entre diciembre de 1931 y setiembre de 1933 el gobierno de Azaña, integrado por socialistas y republicanos, llevaría a cabo un amplio plan de reformas con el objetivo de modernizar y democratizar la sociedad española: cuestión religiosa; reforma militar; reforma agraria y reforma autonómica.
1.- Cuestión religiosa. En los días 11 y 12 de mayo de 1931 se desató la tradicional corriente anticlerical española que arrasó conventos e iglesias en diversas ciudades como Murcia y Madrid entre otras, lo que presagiaba serios enfrentamientos por la cuestión religiosa.
Se intentaba poner fin a la influencia de la Iglesia y secularizar la sociedad española. Ya en la Constitución se establecía la no confesionalidad del Estado, libertad de cultos, supresión del presupuesto de culto y clero, autorización del matrimonio civil y del divorcio, y la secularización de los cementerios.
El temor al control de la educación por las órdenes religiosa hizo que se les prohibiese dedicarse a la enseñanza, y o la Ley de Congregaciones (mayo, 1933) se les limitó en la posesión de bienes y se les amenazaba con la posibilidad de disolución, como se hizo con la Compañía de Jesús por su 4º voto (de obediencia al Papa, acusados de depender de un gobierno extranjero) y sus bienes nacionalizados. Los católicos se harían enemigos acérrimos de la República y la actitud manifiestamente hostil del Primado de España, el cardenal Segura, arzobispo de Toledo, provocó su expulsión del territorio español.
2.- La reforma del ejército. Manuel Azaña, presidente de gobierno, asumió también la cartera de Defensa para emprender una reforma militar que pretendía crear un ejército profesional y democrático. Su objetivo era:
* Reducir la macrocefalia del ejército (un oficial por cada tres soldados)
* Acabar con el fuero especial de los militares, asegurando su obediencia al poder civil
* Prohibir cualquier intervención de los militares en los asuntos políticos
* Para ello se aprobó la Ley de Retiro de la Oficialidad (1931) por la cual todos los oficiales en activo tenían que jurar lealtad a la República y los que no quisiesen podrían retirarse con el sueldo íntegro (se acogieron la mitad de la oficialidad
* Se suprimieron los rangos de Capitán General, las Capitanías Generales, los órganos de prensa militar, la Academia Militar de Zaragoza (vivero de golpistas cuyo director era Franco), los Tribunales de Honor, el Consejo Supremo de Justicia Militar
* Se creó la Guardia de Asalto como una fuerza de orden público fiel a la República
Los resultados fueron limitados: disminuyeron los gastos del ejército pero dificultó su modernización (armamento y equipamiento) y además creó un malestar en el estamento militar que, animado por la derecha, fue proclive al levantamiento militar contra la República.
3.- La reforma agraria. Fue el proyecto de mayor envergadura. Se pretendía modernizar la agricultura, acabar con el latifundismo dominante en el centro y sur de España y mejorar las condiciones de vida de los campesinos en un sector económico que suponía el 50% de la población activa en 1931 (de 8 millones de trabajadores 4 millones trabajaban en la agricultura y de ellos 2 millones eran jornaleros; en Andalucía, Castilla y Extremadura el 50% de la tierra estaba en manos de un reducido número de propietarios).
Los primeros decretos establecieron la prohibición de rescindir los contratos de arrendamiento, fijaron la jornada laboral de 8 horas en el campo, salarios mínimos y la obligación de poner en cultivo las tierras aptas para ello.
Pero la verdadera reforma fue la Ley de Reforma Agraria (setiembre 1932): su objetivo no era la colectivización de la tierra sino la modernización de la agricultura:
* Expropiación sin indemnización de las tierras pertenecientes a los Grandes de España.
* Expropiación con indemnización de las tierras cultivadas deficientemente, las que estaban siempre arrendadas y las que pudiendo ser regadas no eran de regadío.
* Se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA) para aplicar la ley, contando con un presupuesto anual para pagar las expropiaciones y facilitar los asentamientos de campesinos.
Los resultados fueron escasos por las dificultades burocráticas, falta de presupuesto y resistencia de los propietarios, y produjo una gran tensión social: los grandes propietarios se hicieron firmes enemigos de la República y los campesinos, viendo frustradas sus esperanzas, adoptaron posturas revolucionarias con ocupación de fincas, incendios de cortijos y enfrentamientos con las Guardia Civil.
4.- Reforma del Estado centralista: Estatutos de Autonomía.
* Cataluña: el 14 de abril de 1931, el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya, Francesc Macià, proclamó la República Catalana lo que era contrario al Pacto de San Sebastián que determinaba que debía ser la nueva Constitución la que estableciese el nuevo tipo de Estado: la negociación entre el Gobierno Provisional de la República y los dirigentes políticos catalanes permitió la anulación de esta decisión y la formación de un gobierno autonómico provisional, la Generalitat. Una comisión se encargó de redactar un estatuto (Estatuto de Nuria) que fue aprobado en referéndum por el 99% de los votos y por las Cortes (setiembre 1932) una vez aprobada la Constitución de 1931, permitiendo las autonomías (actuación decisiva de Azaña).
La autonomía permitía un gobierno y parlamento propios con competencias en materia educativa, social, económica y se reconocía la cooficialidad del catalán.
* País Vasco: nacionalistas del PNV y carlistas aprobaron en junio de 1931 un proyecto de estatuto (Estatuto de Estella) cuya aprobación se retrasó debido a la oposición de republicanos y socialistas pues lo consideraban poco democrático e incompatible con la Constitución de 1931 (exceso de confesionalidad católica). En octubre de 1936 ya iniciada la guerra se aprobó el Estatuto (José Antonio Aguirre sería el primer lendakari).
5.- Las reformas laborales. Promovidas por Largo-Caballero, líder de UGT, desde el Ministerio de Trabajo, crean un nuevo marco de relaciones laborales entre empresarios y trabajadores y llevan los beneficios de la legislación laboral al campo. La Ley de Contratos de Trabajo establecía las condiciones de trabajo en las empresas y ramas industriales a través de convenios o contratos colectivos. La Ley de Jurados Mixtos completaba la anterior creando comités paritarios de obreros sindicados, empresarios y administración que regularían estas condiciones de trabajo. La Ley de Términos Municipales que obligaba a los patronos agrícolas a emplear en primer lugar a los obreros de su término municipal; la de Accidentes de Trabajo en el Campo o la jornada de 8 horas en la agricultura alteran el orden social en el campo. La UGT se enfrenta en el campo a los patronos que se resistían a respetar las decisiones de los jurados mixtos y la legislación laboral, pero también se enfrenta a los sindicatos anarquistas como la CNT que se negaba a cooperar y prefería la acción directa y la presión mediante la huelga general


6.- La reforma educativa. La política educativa de la II República, influida por la Institución Libre de Enseñanza, busca crear un sistema educativo unificado, público, laico y gratuito, al menos en la enseñanza primaria. La educación se considera un derecho que el Estado debe garantizar a todos los ciudadanos para lograr la igualdad de oportunidades. Se prohíbe a las asociaciones religiosas ejercer la enseñanza. Pese a la escasez de recursos se hizo un gran esfuerzo en la formación de profesores y maestros, en la construcción de escuelas, en la dotación de becas, en la difusión del libro y la lectura, dotando a las pequeñas localidades de bibliotecas públicas, escolares o municipales. Las Misiones pedagógicas y grupos teatrales universitarios extienden la cultura al medio rural más aislado (“La Barraca” de F.G. Lorca). Maestros y profesores constituyeron uno de los apoyos más importantes de la II República.

B) Los obstáculos a las reformas y la crisis del gobierno de Azaña. La derecha antiliberal, claramente en contra del régimen republicano y de sus reformas, protagoniza conspiraciones militares como la Sanjurjada (golpe del general Sanjurjo en agosto de 1932) y se creó la Unión Militar Española (UME) organización militar clandestina que organizaría el golpe de 1936. La derecha se reagrupó en la CEDA en contra de la autonomía catalana y de la reforma agraria, y los grupos de extrema derecha como Renovación Española de Calvo Sotelo, Falange y JONS realizaron una intensa actividad de agitación, creando un clima de crispación. Por otra parte, dentro del sindicalismo anarquista (CNT) se impone la tendencia más radical, representada por la FAI, contraria a cualquier negociación y colaboración con el gobierno republicano, defensora de la acción directa insurreccional contra patronos y gobierno, con huelgas generales, acciones violentas que terminan con muertes, ocupación de fincas, etc. Los incidentes más graves tienen lugar en Casas Viejas (Cádiz, enero de 1933), donde los guardias de asalto matan a peones sublevados. La prensa anarquista y de extrema derecha y la oposición parlamentaria acosan al gobierno con estos hechos. La conflictividad social aumenta con la crisis, los dirigentes socialistas no pueden contener a sus afiliados de UGT que se van radicalizando y aproximándose a los anarquistas. Por otro lado, la coalición de partidos que apoyan al gobierno comienza a debilitarse, hay enfrentamientos y divergencias entre ellos. Estos hechos provocan un enorme desgaste del gobierno y Azaña tiene problemas para mantener una mayoría de diputados en las Cortes que le permitan seguir gobernando. La mayoría de los parlamentarios republicanos querían que los socialistas dejaran el poder y cambiar a Azaña por Lerroux. El presidente de la República Alcalá Zamora disuelve las Cortes y convoca elecciones para noviembre de 1933.
IV.- EL BIENIO NEGRO, RADICAL-CEDISTA O CONSERVADOR (1933-1935)
1. El triunfo de las derechas en las elecciones de noviembre de 1933
La derecha antiliberal se presenta organizada, formando una coalición de partidos que representan a propietarios y católicos. El grupo dominante es la CEDA, también están alfonsinos, carlistas, agrarios, FE. Su programa común es deshacer toda la legislación del bienio azañista y revisar la constitución.

Los partidos republicanos se presentan divididos. La derecha republicana se agrupa para ocupar el centro político: Lerrorux pacta acuerdos con la CEDA; la izquierda republicana se divide en diversas listas.
Los socialistas, desencantados de la experiencia anterior de colaboración con los republicanos, se presentan en solitario. La CNT pide la abstención de los obreros. Por primera vez votan las mujeres.

Las elecciones dan el triunfo a las candidaturas de centro-derecha con predominio de la CEDA y el Partido Radical de Lerroux. El PSOE, que ocupa el tercer puesto en nº de diputados, está aislado.

2. Los gobiernos durante el Bienio radical-cedista o “bienio negro”
Dificultad para formar gobiernos estables, hay continuos cambios de equipos de gobierno. Hasta octubre de 1934 dominan los radicales presididos por Lerroux, respaldados por los votos de la CEDA en las Cortes, que finalmente en octubre del 34 consigue entrar en el gobierno.

La derechización de Lerroux divide al partido radical. Los escándalos del estraperlo en los últimos meses de 1935 contribuyen a desprestigio de Lerroux y el descrédito de los radicales. Gil Robles exige al presidente de la República que le entregue el gobierno y plenos poderes a lo que Alcalá Zamora se niega. Las Cortes se disuelven y se convocan nuevas elecciones para febrero de 1936.

La labor de los diferentes gobiernos de la derecha durante estos dos años fue anular las medidas reformistas del bienio anterior: se paraliza la reforma agraria a partir de 1934; las protestas obreras en el campo son acalladas con una brutal represión; el desarrollo autonómico se paraliza acercando a los partidos nacionalistas hacia la izquierda republicana; Gil Robles desde el ministerio de la Guerra coloca a militares antiazañistas en lugares estratégicos.

3. La revolución de octubre de 1934 y sus consecuencias
La entrada en el gobierno de presidido por Lerroux de tres ministros de la CEDA en octubre de 1934 provoca una fuerte reacción de los partidos de izquierda (republicanos y socialistas) y las fuerzas obreras. Los socialistas lo ven como poner la República en manos de sus enemigos, dado el carácter antirrepublicano de la CEDA. Se convoca huelga general en todo el país (5 de octubre).

La incidencia de la huelga del 5 de octubre es muy desigual y en cada zona adquiere un carácter diferente, de acuerdo con los objetivos de los protagonistas y la fuerza que llega a tener.

* En Cataluña adquiere un carácter nacionalista y la protagoniza el gobierno catalán con un intento del Presidente de la Generalitat Lluis Companys (Macià había muerto en 1933) de evitar la entrada en el gobierno de la CEDA por su carácter antiautonómico: el 6 de octubre proclamó la República Catalán dentro de la República Federal española, apoyado por PSOE, UGT y PCE, pero que fracasó por la negativa de la CNT a participar en la huelga: se declaró el estado de guerra y el ejército al mando del general Batet ocupó el palacio de la Generalitat: fueron encarcelados 40.000 personas, entre ellas Azaña, Largo Caballero y Companys.

* En las cuencas mineras del Norte de España (País Vasco, las cuencas mineras de Palencia y León) fue una insurrección obrera y en las grandes ciudades se reduce a una huelga general de carácter político.

* En Asturias, adquiere el carácter de revolución social gracias a la unión de la CNT y la UGT (Unión de Hermanos Proletarios: UHP). Del 5 al 12 de octubre, en las cuencas mineras (Avilés, Gijón, Oviedo) los mineros sublevados toman el poder y nombran un comité directivo. El objetivo de los sublevados era la toma del poder por el partido Socialista para desplazar al fascismo del gobierno. Para reprimir esta insurrección el gobierno envió a la Legión dirigida por el general Franco. Se desencadenó una dura represión con un saldo final de 1500 muertos, muchos por juicios sumarísimos, lo que provocó una campaña de protestas a nivel internacional.

Las consecuencias de estos hechos fueron:

o La extrema derecha confirma con estos hechos su idea de que el movimiento obrero prepara una revolución para terminar con la república, a la que no podrán hacer frente los gobiernos republicanos porque son débiles, la única salvación está en el ejército.

o Las organizaciones obreras sufren una dura represión, miles de obreros y dirigentes políticos de izquierdas son encarcelados, se cierran sus periódicos, miles de obreros se quedan sin trabajo. En Cataluña se disuelve el Parlamento, el presidente Companys y su gobierno son condenados a 30 años de cárcel, además de quedar suspendida la autonomía catalana.
o Se anuló la Ley de Contratos de Cultivo y los campesinos fueron obligados a pagar la totalidad de las rentas, incluidos los atrasos desde 1931; se devolvieron las propiedades a los jesuitas; se nombró a Gil Robles ministro de la Guerra que nombró a Franco jefe del Estado Mayor. En julio de 1935, la CEDA presentó un anteproyecto de ley para modificar la Constitución recortando las autonomías, aboliendo el divorcio y declarando ilegal la expropiación de tierras, pero la crisis de gobierno surgida en el otoño de 1935 por los casos de corrupción que salpicaban al Partido Radical como el caso del straperlo (ruleta trucada que bajo soborno se había intentado implantar en varios casinos españoles) deslegitimizaban a los radicales para gobernar: Gil Robles intentó que Alcalá Zamora lo nombrase presidente de gobierno a lo que éste se negó y decidió convocar elecciones para febrero de 1936.

o El clamor a favor de una amnistía acercó las posturas de los partidos republicanos de centro-izquierda, que en enero de 1936, junto con el PSOE, la UGT, el PCE, el POUM, y la CNT contraria a la FAI, firmaron el pacto de Frente Popular.

V.- EL FRENTE POPULAR (febrero-julio 1936)
1. Las elecciones del 16 de febrero de 1936 dan el triunfo a la izquierda
Las fuerzas de izquierdas se presentan unidas en un Frente Popular, una plataforma electoral con un mínimo programa común escasamente revolucionario: amnistía para todos los represaliados desde 1934, restablecimiento de la Constitución de 1931 y la legislación de la etapa reformista y acelerar la reforma agraria y educativa. Aunque la CNT no participa, sus militantes acuden a votar.

Las derechas intentan contrarrestarlo formando el Bloque Nacional de Calvo Sotelo, pero no tienen la unidad de 1933. Los radicales de Lerroux están muy desprestigiados. Se produce un claro triunfo del Frente Popular: voto mayoritario en las grandes ciudades, zonas industriales, zonas latifundistas de Andalucía y Extremadura. La composición de las Cortes es de mayoría absoluta del Frente Popular.

2. El gobierno del Frente Popular de febrero a julio de 1936
Gobiernos exclusivamente de partidos republicanos, presididos por Manuel Azaña primero y a partir de mayo por Casares Quiroga al ser destituido Alcalá Zamora y pasar Azaña a ocupar la presidencia de la República. Los socialistas no participan en el gobierno, por acuerdo previo y por la división interna entre los radicales de Largo Caballero y los moderados de Indalecio Prieto

Las decisiones más importantes de estos gobiernos fueron la concesión de amnistía para los presos políticos, la readmisión de los trabajadores represaliados y el restablecimiento del Estatuto y la Generalitat de Cataluña. Se intenta volver a la labor reformadora del Bienio Progresista (la reactivación de la reforma agraria produce fuerte malestar entre las clases privilegiadas).

La calle se convirtió en escenario de la polarización y aspiraciones políticas. Las fuerzas de derecha: se organizaron para terminar con la República, contando con un sector del ejército. A partir de febrero se preparó una conspiración militar en la que participaron militares golpistas y civiles monárquicos, fascistas, carlistas, y un sector de la CEDA. La izquierda se radicaliza: el movimiento sindical se lanza a una ofensiva encabezada por la CNT y la UGT para recuperar todo lo perdido en los años anteriores. Miles de jornaleros ocupan las tierras de las que habían sido desalojados en la etapa anterior. Los terratenientes paralizan las labores agrícolas antes de contratar a trabajadores sindicados. Hay numerosas huelgas en el campo y en la construcción.

Se produjeron numerosos actos violentos y asesinatos de diferente signo. Pistoleros falangistas (José Antonio alentaba a los suyos a usar “la dialéctica de los puños y las pistolas”) y militantes de izquierda (encuadrados en milicias armadas), protagonizaron atentados. El gobierno ante los rumores de una conspiración militar trasladó de destino a los más directamente implicados: el general Mola (que dirigía la sublevación) fue trasladado a Navarra y Franco a Canarias. El 14 de julio se asesinó al monárquico Calvo Sotelo como represalia por el asesinato del teniente de izquierdas Castillo lo que aceleró el golpe: contando con el apoyo de banqueros, terratenientes, la Iglesia, monárquicos, carlistas, cedistas, falangistas, la Italia fascista y la Alemania nazi, la sublevación militar se inició en Marruecos el 17 de julio, y al fracasar como golpe de estado, daría lugar a una larga guerra civil que duraría tres años (1936-1939).


No hay comentarios:

Publicar un comentario