TEMA
XVIII.- LA
IIª REPÚBLICA (1931-1936)
El
resultado de las elecciones municipales del 12 de abril pusieron de
manifiesto que el pueblo español estaba en contra de la monarquía,
por lo que el 14 de abril en la Puerta del Sol de Madrid se proclamó
la República, y Alfonso XIII renunció a la Corona abandonando
España por Cartagena rumbo a Marsella.
El
nuevo régimen nacía en un momento de grave crisis económica
mundial (el crac del 29) y de peligro para las democracias con el
nacimiento de los fascismos (italiano y alemán), y recibido con
entusiasmo por las clases medias y populares y tremendo temor por las
élites sociales y económicas.
La
falta de tradición democrática, conflictividad social, lentitud en
las reformas y oposición decidida de las fuerzas conservadoras
conducirían a la inestabilidad del nuevo régimen y a la guerra
civil.
Se
distinguen periodos
bien diferenciados: Gobierno
provisional (14 abril-28 junio
1931); Gobierno Niceto Alcalá Zamora
(28 junio-2 diciembre 1931); Bienio
Social-Azañista o Republicano-Socialista
(1931-1933); Bienio Negro o
Radical-Cedista (1933-1935); El
Frente Popular (febrero-julio 1936)
y la Guerra Civil
(1936-1939).
I.-
Gobierno
Provisional (14 abril-28 junio 1931).
Tras celebrarse el 12 de abril las elecciones municipales en las que
candidaturas republicanas obtuvieron mayoría aplastante en todas las
grandes ciudades, se produjo en toda España una oleada de
manifestaciones aclamando vítores a la república. En Madrid,
representantes de los partidos firmantes del Pacto de San Sebastián
(agosto, 1930) constituyeron un gobierno provisional que se presentó
en el Ministerio de Gobernación, en la Puerta del Sol, y proclamaron
oficialmente la IIª República española. El gobierno estaba formado
por republicanos conservadores, republicanos de izquierdas,
radicales, socialistas y nacionalistas, estando al margen la derecha
monárquica, nacionalistas vascos, comunistas y anarquistas.
El
gobierno convocó elecciones a
Cortes Constituyentes para el 28 de junio,
concedió una amplia amnistía
para los presos políticos, se garantizaron las libertades
políticas y sindicales, y se
cambiaron a todos los cargos políticos por personas afines al nuevo
régimen. Las elecciones tuvieron alta participación (70%) y la
victoria fue para una coalición republicano-socialista que obtuvo
250 diputados de los 446 que componían la Cámara. Los diputados
electos formaron las nuevas Cortes republicanas y el ejecutivo estuvo
en manos de la coalición vencedora (republicanos y socialistas) que
ratificó en su cargo de presidente
de gobierno a Alcalá Zamora (que había sido varias veces ministro
liberal durante la monarquía) y a los ministros del gobierno
provisional.
II.-
Gobierno
Alcalá Zamora (28 junio- 2 diciembre 1931).
Su principal labor fue dar forma al nuevo régimen y encauzar la
elaboración de una nueva constitución muy avanzada para su época
por su carácter progresista y democrático evidenciado en su
artículo 1º
(“República de trabajadores de
todas las clases”; “Libertad
y Justicia”; “todos
los poderes emanan del pueblo”)
que sería aprobada en diciembre de 1931:
1.-
La
Constitución Republicana de 1931
cuyas características son:
-
Se constituía un Estado Integral
aceptando la creación de gobiernos autonómicos
regionales
-
El poder legislativo
residía plenamente en las Cortes unicamerales; el ejecutivo
recaía en el gobierno formado por el Consejo de Ministros y jefe de
Gobierno, y en el Jefe del Estado que sería el Presidente de la
República; poder judicial se
confiaba en jueces independientes.
-
Los derechos y libertades
se garantizaban plenamente, y se incluían por primera vez los temas
sociales: se garantizaba la igualdad
absoluta ante la ley, la educación,
el trabajo,
la no discriminación
por razón de origen, sexo o riqueza; se permitía la expropiación
por interés social y se definía el trabajo como una obligación
social (“España una República de trabajadores de toda clase”);
se establecía el sufragio universal
a los 23 años de edad y por
primera vez incluyendo a las mujeres,
(se aplicó por primera vez en las elecciones de 1933 que ganó la
derecha).
-
Laicidad del Estado
al no declarar ninguna religión como oficial y reconocer el
matrimonio civil
y el divorcio.
No
consiguió el consenso de todas las fuerzas políticas pero fue
aprobada por amplia mayoría (368 votos de 446), pero con profundas
discrepancias entre la izquierda y la derecha por la cuestión
religiosa y autonómica, dimitiendo algunos ministros por los
artículos religiosos de la Constitución por lo que hubo una
remodelación de gobierno: Manuel
Azaña pasó a ser Jefe de Gobierno,
y Niceto Alcalá Zamora pasó a ser
Presidente de la República,
comenzando el Bienio Social-azañista. Los símbolos
del nuevo Estado serían: se cambió la Marcha real por el Himno
de Riego (del general Riego que dio
el pronunciamiento de instaurando el liberalismo durante el Trienio
Liberal); bandera tricolor,
rojo, amarillo y morado (adoptada como bandera nacional a mediados
del XIX, se le añadía el color morado que usaba la Milicia
Nacional).
2.-
Los
partidos tuvieron durante
la República una actividad enorme y el Parlamento pasó a ser el
centro de la vida política del país. Solo citaremos los más
importantes:
A)
Formaciones
de izquierdas.
*
Republicanos:
Acción Republicana
(a partir de 1934 Izquierda
Republicana). Clases medias e
intelectuales. Manuel Azaña.
Partido Radical-Socialista:
Marcelino Domingo.
*
Organizaciones
obreras: el socialismo
con el PSOE
y sus dos corrientes, una revolucionaria (Largo
Caballero) y otra socialdemócrata
(Julián
Besteiro
e Indalecio Prieto);
el comunismo estalinista con el PCE
(La Pasionaria)
y el trotskista
POUM
-surge en 1936- (Maurín);
sindicatos: socialista la UGT(Secretario
General Largo Caballero); anarquista la CNT
(los treintistas “Manifiesto de los Treinta” posiciones moderadas
contrarias al anarcobolchevismo de los faístas -Ángel
Pestaña-) y la FAI
(extremista: Durruti).
*
Partidos
autonomistas. Esquerra
Republicana de Catalunya
(nacionalismo catalán; Frances Macià
y Lluis Companys);
ORGA
(Organización Republicana Gallega de Casares
Quiroga); de derechas estaban el PNV
(democracia-cristiana: José Antonio
Aguirre) y la Lliga
Regionalista de Catalunya (F.
Cambó).
B)
Formaciones
de centro-derecha:
Partido Radical
(Alejandro Lerroux)
y la Derecha Liberal Republicana
(Niceto Alcalá Zamora).
C)
Formaciones
de derechas: Partido
Agrario; CEDA
(Confederación Española de Derechas Autónomas, líder Gil
Robles); monárquicos: Renovación
Española (alfonsinos, Calvo
Sotelo); Comunión
Tradicionalista (antiguos
carlistas).
D)
Extrema
derecha: El primer
grupo destacable, dentro de su escasa dimensión, fue el Partido
Nacionalista Español (PNE), fundado en 1930 por el neurólogo
José Mª Albiñana. Confesionalmente monárquico, el PNE
desarrolló una organización inspirada en las Ligas Patrióticas de
los legitimistas franceses, pero fracasó su intención de consolidar
una gran plataforma monárquica interclasista. Por esto la
organización se radicalizó, en especial tras la creación de los
Legionarios de España -tomando como modelo el fascismo
italiano-, grupos de choque especializados en acciones violentas
contra la izquierda.
El
segundo gran grupo surgió alrededor de la revista La conquista
del Estado, dirigida por Ramiro Ledesma Ramos y financiada
por monárquicos. En 1931 se fundaron las Juntas de Ofensiva
Nacional Sindicalista (JONS), cuya línea ideológica se alejó
pronto de la monarquía y se acabó identificando con el nazismo, con
explícita admiración de Ledesma por Hitler. Decía promover
una verdadera revolución social, anticapitalista y corporativista.
Cuando las JONS se fusionaron con FE constituyeron el ala más
izquierdista de la organización.
De
un carácter muy semejante a las JONS fueron las Juntas
Castellanas de Acción Hispánica (JCAH), fundadas en Valladolid por
Onésimo Redondo, un antiguo dirigente del sindicalismo católico
que se sentía seducido por el corporativismo mussoliniano. Aunque
más moderadas socialmente, las JCAH se integraron en las JONS,
que pasaron a tener una dirección bicéfala con Ledesma y
Redondo.
Dada
su escasa dimensión, la importancia de todos estos grupos radica en
que acabaron formando el gran partido de la extrema derecha española
del período republicano. Sin embargo, no fue ninguno de los
anteriores el que sirvió de amalgama, sino el partido Falange
Española (FE) que fundó en octubre de 1933 José Antonio
Primo de Rivera, un joven abogado e hijo del anterior dictador,
de amplias inquietudes intelectuales y una personalidad atractiva
incluso para algunos de sus enemigos. Sin embargo, tras su fundación
la FE apenas pudo desbordar el reducido círculo universitario. En
febrero de 1934 culminó el acercamiento de FE a otros grupos de
similar ideología, lo que llevó a la fusión con las JONS.
Si en un primer momento FE de las JONS fue dirigida por los tres
líderes coaligados, paulatinamente Primo de Rivera fue excluyendo al
resto, al tiempo que iniciaba una progresiva identificación del
nuevo partido con los correligionarios europeos; se fundó un
sindicato falangista, la Central Obrera Nacional Sindicalista,
y se organizó un aparato militar, en el que pronto destacó la
llamada Primera Línea o Falange de la Sangre, su sección más
violenta (su consigna clandestina era: CAFÉ -Camarada
Arriba Falange Española-).
Sin
embargo el gran problema de FE fue su financiación: desde un primer
momento recibió ayuda de los monárquicos, pero ante las evidencias
"anticlericales y revolucionarias" del programa de 27
puntos presentado por José Antonio, abandonaron al partido y
apostaron por el Bloque Nacional de Calvo Sotelo. La solución vino
de Italia, con una financiación regular otorgada por Mussolini. A
pesar de esa ayuda FE era, hacia 1936, un partido muy marginal,
ignorado por la derecha y combatido por la izquierda; nada hacía
pensar que suponía un peligro para el régimen equiparable al que
sus homólogos europeos significaban en sus países. La gran
trascendencia que Falange llegó a tener para la historia de España
se produjo al ser utilizada por quienes sí representaban un peligro
extremo para la República (los militares golpistas
antirrepublicanos).
La
izquierda abogaba por una
modernización de las estructuras políticas, sociales y económicas:
*
Laicidad del Estado; * Democratización del ejército; * Reforma
agraria; * Derechos sociales y laborales; * Estado Autonómico.
La
derecha defendía:
*
Estado confesional; * Privilegios del ejército; * Defensa de la
propiedad agraria; * Oposición a cualquier tipo de reformas
laborales; * Estado unitario y centralista.
III.-
Bienio
social-azañista, republicano-socialista o reformista (1931-1933)
A)
Reformas
Entre
diciembre de 1931 y setiembre de 1933 el gobierno de Azaña,
integrado por socialistas y republicanos, llevaría a cabo un amplio
plan de reformas con el objetivo de modernizar y democratizar la
sociedad española: cuestión religiosa; reforma militar; reforma
agraria y reforma autonómica.
1.-
Cuestión
religiosa. En los días
11 y 12 de mayo de 1931 se desató la tradicional corriente
anticlerical española que arrasó
conventos e iglesias en diversas ciudades como Murcia y Madrid entre
otras, lo que presagiaba serios enfrentamientos por la cuestión
religiosa.
Se
intentaba poner fin a la influencia de la Iglesia y secularizar la
sociedad española. Ya en la Constitución se establecía la no
confesionalidad del Estado, libertad de cultos, supresión del
presupuesto de culto y clero, autorización del matrimonio civil y
del divorcio, y la secularización de los cementerios.
El
temor al control de la educación por las órdenes religiosa hizo que
se les prohibiese dedicarse a la enseñanza, y o la Ley
de Congregaciones (mayo, 1933) se
les limitó en la posesión de bienes y se les amenazaba con la
posibilidad de disolución, como se hizo con la Compañía de Jesús
por su 4º voto (de obediencia al Papa, acusados de depender de un
gobierno extranjero) y sus bienes nacionalizados. Los católicos se
harían enemigos acérrimos de la República y la actitud
manifiestamente hostil del Primado de España, el cardenal Segura,
arzobispo de Toledo, provocó su expulsión del territorio español.
2.-
La reforma
del ejército. Manuel
Azaña, presidente de gobierno, asumió también la cartera de
Defensa para emprender una reforma militar que pretendía crear un
ejército profesional y democrático. Su objetivo era:
*
Reducir la macrocefalia del ejército (un oficial por cada tres
soldados)
*
Acabar con el fuero especial de los militares, asegurando su
obediencia al poder civil
*
Prohibir cualquier intervención de los militares en los asuntos
políticos
*
Para ello se aprobó la Ley de Retiro
de la Oficialidad (1931) por la cual
todos los oficiales en activo tenían que jurar lealtad a la
República y los que no quisiesen podrían retirarse con el sueldo
íntegro (se acogieron la mitad de la oficialidad
*
Se suprimieron los rangos de Capitán General, las Capitanías
Generales, los órganos de prensa militar, la Academia Militar de
Zaragoza (vivero de golpistas cuyo director era Franco), los
Tribunales de Honor, el Consejo Supremo de Justicia Militar
*
Se creó la Guardia de Asalto
como una fuerza de orden público fiel a la República
Los
resultados fueron limitados: disminuyeron los gastos del ejército
pero dificultó su modernización (armamento y equipamiento) y además
creó un malestar en el estamento militar que, animado por la
derecha, fue proclive al levantamiento militar contra la República.
3.-
La
reforma agraria.
Fue el proyecto de mayor
envergadura. Se pretendía modernizar la agricultura, acabar con el
latifundismo dominante en el centro y sur de España y mejorar las
condiciones de vida de los campesinos en un sector económico que
suponía el 50% de la población activa en 1931 (de 8 millones de
trabajadores 4 millones trabajaban en la agricultura y de ellos 2
millones eran jornaleros; en Andalucía, Castilla y Extremadura el
50% de la tierra estaba en manos de un reducido número de
propietarios).
Los
primeros decretos establecieron la prohibición de rescindir los
contratos de arrendamiento, fijaron la jornada laboral de 8 horas en
el campo, salarios mínimos y la obligación de poner en cultivo las
tierras aptas para ello.
Pero
la verdadera reforma fue la Ley de
Reforma Agraria (setiembre 1932): su
objetivo no era la colectivización de la tierra sino la
modernización de la agricultura:
*
Expropiación sin indemnización de las tierras pertenecientes a los
Grandes de España.
*
Expropiación con indemnización de las tierras cultivadas
deficientemente, las que estaban siempre arrendadas y las que
pudiendo ser regadas no eran de regadío.
*
Se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA)
para aplicar la ley, contando con un presupuesto anual para pagar las
expropiaciones y facilitar los asentamientos de campesinos.
Los
resultados fueron escasos por las dificultades burocráticas, falta
de presupuesto y resistencia de los propietarios, y produjo una gran
tensión social: los grandes propietarios se hicieron firmes enemigos
de la República y los campesinos, viendo frustradas sus esperanzas,
adoptaron posturas revolucionarias con ocupación de fincas,
incendios de cortijos y enfrentamientos con las Guardia Civil.
4.-
Reforma
del Estado centralista: Estatutos de Autonomía.
*
Cataluña:
el 14 de abril de 1931, el presidente de Esquerra Republicana de
Catalunya, Francesc Macià, proclamó la República Catalana lo que
era contrario al Pacto de San Sebastián que determinaba que debía
ser la nueva Constitución la que estableciese el nuevo tipo de
Estado: la negociación entre el Gobierno Provisional de la República
y los dirigentes políticos catalanes permitió la anulación de esta
decisión y la formación de un gobierno autonómico provisional, la
Generalitat. Una comisión se encargó de redactar un estatuto
(Estatuto de Nuria)
que fue aprobado en referéndum por el 99% de los votos y por las
Cortes (setiembre 1932) una vez aprobada la Constitución de 1931,
permitiendo las autonomías (actuación decisiva de Azaña).
La
autonomía permitía un gobierno y parlamento propios con
competencias en materia educativa, social, económica y se reconocía
la cooficialidad del catalán.
*
País Vasco:
nacionalistas del PNV y carlistas aprobaron en junio de 1931 un
proyecto de estatuto (Estatuto de
Estella) cuya aprobación se retrasó
debido a la oposición de republicanos y socialistas pues lo
consideraban poco democrático e incompatible con la Constitución de
1931 (exceso de confesionalidad católica). En octubre de 1936 ya
iniciada la guerra se aprobó el Estatuto (José Antonio Aguirre
sería el primer lendakari).
5.-
Las
reformas laborales.
Promovidas por Largo-Caballero,
líder de UGT, desde el Ministerio de Trabajo, crean un nuevo marco
de relaciones laborales entre empresarios y trabajadores y llevan los
beneficios de la legislación laboral al campo. La Ley
de Contratos de Trabajo
establecía las condiciones de trabajo en las empresas y ramas
industriales a través de convenios o
contratos colectivos. La Ley
de Jurados Mixtos completaba la
anterior creando comités paritarios
de obreros sindicados, empresarios y administración que regularían
estas condiciones de trabajo. La Ley
de Términos Municipales que
obligaba a los patronos agrícolas a emplear en primer lugar a los
obreros de su término municipal; la de Accidentes
de Trabajo en el Campo o la jornada
de 8 horas en la agricultura alteran
el orden social en el campo. La UGT se enfrenta en el campo a los
patronos que se resistían a respetar las decisiones de los jurados
mixtos y la legislación laboral, pero también se enfrenta a los
sindicatos anarquistas como la CNT que se negaba a cooperar y
prefería la acción directa y la presión mediante la huelga general
6.-
La
reforma educativa. La
política educativa de la II República, influida por la Institución
Libre de Enseñanza, busca crear
un sistema educativo unificado, público, laico y gratuito, al menos
en la enseñanza primaria. La educación se considera un derecho que
el Estado debe garantizar a todos los ciudadanos para lograr la
igualdad de oportunidades. Se
prohíbe a las asociaciones religiosas ejercer la enseñanza.
Pese a la escasez de recursos se hizo un gran esfuerzo en la
formación de profesores y maestros, en la construcción de escuelas,
en la dotación de becas, en la difusión del libro y la lectura,
dotando a las pequeñas localidades de bibliotecas públicas,
escolares o municipales. Las
Misiones pedagógicas y grupos
teatrales universitarios extienden la cultura al medio rural más
aislado (“La Barraca” de F.G. Lorca). Maestros y profesores
constituyeron uno de los apoyos más importantes de la II República.
B)
Los
obstáculos a las reformas y la crisis del gobierno de Azaña.
La derecha
antiliberal, claramente
en contra del régimen republicano y de sus reformas,
protagoniza conspiraciones militares como la Sanjurjada
(golpe del general Sanjurjo en agosto de 1932) y se creó la Unión
Militar Española (UME)
organización militar clandestina que organizaría el golpe de 1936.
La derecha se reagrupó en la CEDA
en contra de la autonomía catalana y de la reforma agraria, y los
grupos de extrema derecha como Renovación
Española de Calvo Sotelo, Falange
y JONS
realizaron una intensa actividad de agitación, creando un clima de
crispación. Por otra parte, dentro del sindicalismo
anarquista (CNT)
se impone la tendencia más radical, representada por la FAI,
contraria a cualquier negociación y colaboración con el gobierno
republicano, defensora de la acción directa insurreccional contra
patronos y gobierno, con huelgas generales, acciones violentas que
terminan con muertes, ocupación de fincas, etc. Los incidentes más
graves tienen lugar en Casas
Viejas (Cádiz, enero de 1933),
donde los guardias de asalto matan a peones sublevados. La prensa
anarquista y de extrema derecha y la oposición parlamentaria acosan
al gobierno con estos hechos. La conflictividad
social aumenta con la crisis, los
dirigentes socialistas no pueden contener a sus afiliados de UGT que
se van radicalizando y aproximándose a los anarquistas. Por otro
lado, la coalición de partidos que
apoyan al gobierno comienza a debilitarse,
hay enfrentamientos y divergencias entre ellos. Estos hechos provocan
un enorme desgaste del gobierno y Azaña tiene problemas para
mantener una mayoría de diputados en las Cortes que le permitan
seguir gobernando. La mayoría de los parlamentarios republicanos
querían que los socialistas dejaran el poder y cambiar a Azaña por
Lerroux. El presidente de la República Alcalá Zamora disuelve las
Cortes y convoca elecciones para noviembre de 1933.
IV.-
EL
BIENIO NEGRO, RADICAL-CEDISTA O CONSERVADOR (1933-1935)
1.
El
triunfo de las derechas en las elecciones de noviembre de 1933
La
derecha antiliberal se presenta
organizada, formando una coalición de partidos que representan a
propietarios y católicos. El grupo dominante es la CEDA,
también están alfonsinos, carlistas, agrarios, FE. Su programa
común es deshacer toda la legislación del bienio azañista y
revisar la constitución.
Los
partidos republicanos se
presentan divididos. La derecha republicana se agrupa para ocupar el
centro político: Lerrorux pacta acuerdos con la CEDA; la izquierda
republicana se divide en diversas listas.
Los
socialistas, desencantados de la
experiencia anterior de colaboración con los republicanos, se
presentan en solitario. La CNT
pide la abstención de los obreros. Por
primera vez votan las mujeres.
Las
elecciones dan el triunfo a las
candidaturas de centro-derecha con predominio de la CEDA y el Partido
Radical de Lerroux. El PSOE, que
ocupa el tercer puesto en nº de diputados, está aislado.
2.
Los
gobiernos durante el Bienio radical-cedista o “bienio negro”
Dificultad
para formar gobiernos estables, hay continuos cambios de equipos de
gobierno. Hasta octubre de 1934 dominan los radicales presididos por
Lerroux,
respaldados por los votos de la CEDA
en las Cortes, que finalmente en
octubre del 34 consigue entrar en el gobierno.
La
derechización de Lerroux divide al partido radical. Los escándalos
del estraperlo en los últimos
meses de 1935 contribuyen a desprestigio de Lerroux y el descrédito
de los radicales. Gil Robles exige al
presidente de la República que le entregue el gobierno y plenos
poderes a lo que Alcalá Zamora se
niega. Las Cortes se disuelven y se convocan nuevas elecciones
para febrero de 1936.
La
labor de los diferentes gobiernos de la derecha durante estos dos
años fue anular las medidas
reformistas del bienio anterior: se
paraliza la reforma agraria a partir de 1934; las protestas obreras
en el campo son acalladas con una brutal represión; el desarrollo
autonómico se paraliza acercando a los partidos nacionalistas hacia
la izquierda republicana; Gil Robles desde el ministerio de la Guerra
coloca a militares antiazañistas en lugares estratégicos.
3.
La
revolución de octubre de 1934 y sus consecuencias
La
entrada en el gobierno de presidido por Lerroux de tres ministros de
la CEDA en octubre de 1934
provoca una fuerte reacción de los
partidos de izquierda (republicanos y socialistas) y las fuerzas
obreras. Los socialistas lo ven como poner la República en manos de
sus enemigos, dado el carácter
antirrepublicano de la CEDA. Se
convoca huelga
general en todo el
país (5 de octubre).
La
incidencia de
la huelga del 5 de octubre es muy
desigual y
en cada zona adquiere un carácter diferente, de acuerdo con los
objetivos de los protagonistas y la fuerza que llega a tener.
*
En Cataluña
adquiere un carácter nacionalista y
la protagoniza el gobierno catalán
con un intento del Presidente de la Generalitat Lluis Companys (Macià
había muerto en 1933) de evitar la entrada en el gobierno de la CEDA
por su carácter antiautonómico: el 6 de octubre proclamó la
República Catalán
dentro de la República Federal española, apoyado por PSOE, UGT y
PCE, pero que fracasó por la negativa de la CNT a participar en la
huelga: se declaró el estado de guerra y el ejército al mando del
general Batet ocupó el palacio de la Generalitat: fueron
encarcelados 40.000 personas, entre ellas Azaña, Largo Caballero y
Companys.
*
En
las cuencas mineras del Norte de España (País
Vasco, las cuencas mineras de Palencia y León) fue
una insurrección obrera y en las
grandes ciudades se reduce a una huelga general de carácter
político.
*
En
Asturias,
adquiere el carácter de
revolución
social gracias
a la unión de la CNT y la UGT
(Unión de Hermanos Proletarios: UHP).
Del 5 al 12 de octubre, en las cuencas mineras (Avilés, Gijón,
Oviedo) los mineros sublevados toman el poder y nombran un comité
directivo. El objetivo de los sublevados era la toma del poder por el
partido Socialista para desplazar al fascismo del gobierno. Para
reprimir esta insurrección el gobierno envió a la Legión
dirigida por el general Franco.
Se desencadenó una dura represión
con un saldo final de 1500 muertos,
muchos por juicios sumarísimos, lo que provocó una campaña de
protestas a nivel internacional.
Las
consecuencias
de estos hechos fueron:
o
La extrema
derecha confirma con estos
hechos su idea de que el movimiento
obrero prepara una revolución para
terminar con la república, a la que no podrán hacer frente los
gobiernos republicanos porque son débiles, la única salvación está
en el ejército.
o
Las organizaciones
obreras sufren una dura represión,
miles de obreros y dirigentes políticos de izquierdas son
encarcelados, se cierran sus periódicos, miles de obreros se quedan
sin trabajo. En Cataluña
se disuelve el Parlamento, el presidente Companys y su gobierno son
condenados a 30 años de cárcel, además de quedar suspendida la
autonomía catalana.
o
Se anuló
la Ley de Contratos de Cultivo y los
campesinos fueron obligados a pagar la totalidad de las rentas,
incluidos los atrasos desde 1931; se
devolvieron las propiedades a los jesuitas;
se nombró a Gil Robles ministro de la Guerra que nombró a Franco
jefe del Estado Mayor. En julio de 1935, la CEDA presentó un
anteproyecto de ley para modificar la
Constitución recortando las
autonomías, aboliendo el divorcio y declarando ilegal la
expropiación de tierras, pero la crisis de gobierno surgida en el
otoño de 1935 por los casos de
corrupción que salpicaban al Partido Radical
como el caso del straperlo
(ruleta trucada que bajo soborno se había intentado implantar en
varios casinos españoles) deslegitimizaban a los radicales para
gobernar: Gil Robles intentó que Alcalá Zamora lo nombrase
presidente de gobierno a lo que éste se negó y decidió convocar
elecciones para febrero de 1936.
o
El clamor a favor de una
amnistía acercó las posturas
de los partidos republicanos de centro-izquierda, que en enero de
1936, junto con el PSOE, la UGT, el PCE, el POUM, y la CNT contraria
a la FAI, firmaron el pacto de
Frente Popular.
V.-
EL
FRENTE POPULAR (febrero-julio 1936)
1.
Las
elecciones del 16 de febrero de 1936 dan el triunfo a la izquierda
Las
fuerzas de izquierdas se presentan unidas en un Frente
Popular, una plataforma
electoral con un mínimo programa común escasamente revolucionario:
amnistía para todos los represaliados desde 1934, restablecimiento
de la Constitución de 1931 y la legislación de la etapa reformista
y acelerar la reforma agraria y educativa. Aunque la CNT no
participa, sus militantes acuden a votar.
Las
derechas intentan contrarrestarlo formando el Bloque
Nacional de Calvo Sotelo, pero
no tienen la unidad de 1933. Los radicales de Lerroux están muy
desprestigiados. Se produce un claro triunfo del Frente Popular: voto
mayoritario en las grandes ciudades, zonas industriales, zonas
latifundistas de Andalucía y Extremadura. La composición de las
Cortes es de mayoría absoluta del Frente Popular.
2.
El
gobierno del Frente Popular de febrero a julio de 1936
Gobiernos
exclusivamente de partidos republicanos, presididos por Manuel Azaña
primero y a partir de mayo por Casares Quiroga al ser destituido
Alcalá Zamora y pasar Azaña a ocupar la presidencia de la
República. Los socialistas no participan en el gobierno, por acuerdo
previo y por la división interna entre los radicales de Largo
Caballero y los moderados de Indalecio Prieto
Las
decisiones más importantes de estos gobiernos fueron la concesión
de amnistía
para los presos políticos, la readmisión de los trabajadores
represaliados y el restablecimiento
del Estatuto y la Generalitat de Cataluña.
Se intenta volver a la labor
reformadora del Bienio Progresista
(la reactivación de la reforma agraria produce fuerte malestar entre
las clases privilegiadas).
La
calle se convirtió en escenario de la polarización
y aspiraciones políticas. Las
fuerzas de derecha: se
organizaron para terminar con la República, contando con un sector
del ejército. A partir de febrero se
preparó una conspiración militar
en la que participaron militares golpistas y civiles monárquicos,
fascistas, carlistas, y un sector de la CEDA. La
izquierda se radicaliza: el
movimiento sindical se lanza a una ofensiva encabezada por la CNT y
la UGT para recuperar todo lo perdido en los años anteriores. Miles
de jornaleros ocupan las tierras
de las que habían sido desalojados en la etapa anterior. Los
terratenientes paralizan las labores agrícolas antes de contratar a
trabajadores sindicados. Hay numerosas
huelgas en el campo y en la construcción.
Se
produjeron numerosos actos
violentos y asesinatos de diferente signo.
Pistoleros falangistas (José Antonio alentaba a los suyos a usar “la
dialéctica de los puños y las pistolas”)
y militantes de izquierda (encuadrados en milicias armadas),
protagonizaron atentados. El gobierno ante los rumores de una
conspiración militar trasladó de destino a los más directamente
implicados: el general Mola
(que dirigía la sublevación) fue trasladado a Navarra y Franco
a Canarias. El 14 de julio se asesinó al monárquico Calvo
Sotelo como represalia por el
asesinato del teniente de izquierdas Castillo
lo que aceleró el golpe: contando con el apoyo de banqueros,
terratenientes, la Iglesia, monárquicos, carlistas, cedistas,
falangistas, la Italia fascista y la Alemania nazi, la sublevación
militar se inició en Marruecos el 17 de julio, y al fracasar como
golpe de estado, daría lugar a una larga guerra civil que duraría
tres años (1936-1939).
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