1. GABRIEL GARCÍA
MÁRQUEZ Y EL BOOM DE LA NOVELA HISPANOAMERICANA
Con la palabra inglesa “boom”
se alude a la rápida popularización de una serie de autores y títulos
hispanoamericanos, a lo largo de los años sesenta, en los ambientes culturales
de todo el mundo. Este “boom” contó con importantes apoyos comerciales,
en especial por parte de la editorial española Seix Barral; sin embargo, su explicación genuina radica en
la coincidencia en un corto espacio de tiempo de una sucesión de novelas
deslumbrantes: en 1962 se publicaba en España La ciudad y los perros
del peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel en 2010; en 1967 llegaba Cien
años de soledad -la novela más popular en lengua española después de El
Quijote- del colombiano Gabriel García Márquez, Premio Nobel en 1982. Por
esas fechas, aparecen asimismo novelas como Sobre héroes y tumbas (1961)
del argentino Ernesto Sábato, El astillero (1961) del uruguayo Juan
Carlos Onetti, Confabulario total (1962) del mejicano Juan José Arreola,
Bomarzo (1962) del argentino Manuel Mújica Laínez, La muerte de
Artemio Cruz (1962) del mejicano Carlos Fuentes, El siglo de las luces (1962)
del cubano Alejo Carpentier, Rayuela (1963) del argentino Julio
Cortázar, Paradiso (1966) del cubano José Lezama Lima, Tres tristes
tigres (1967) del cubano Guillermo Cabrera Infante, etc. Para los
lectores españoles -y, en general, europeos-, desatentos a la novela
hispanoamericana hasta entonces, obras como éstas produjeron el mayor asombro.
Estos autores enriquecieron la
novela con nuevos recursos:
·
Ampliaron las temáticas. Estos son los temas
que se repiten con mayor asiduidad:
- La crisis
existencial del individuo. Se trata de novelas que se desarrollan en un
ámbito urbano contemporáneo. Los protagonistas a menudo se sienten solos y desconocen
el sentido de su vida.
- El dictador.
Se acentúan los distintos rasgos que concurren en el ejercicio del poder
absoluto: el terror de las víctimas, la soledad y vejez del tirano, la
corrupción generalizada o las conspiraciones en su entorno.
- La historia de
Iberoamérica. Cien años de soledad se interpreta como síntesis de la
historia americana.
- La propia
creación narrativa. Algunos novelistas hispanoamericanos fueron los
primeros en cultivar lo que se ha llamado metaficción, en la que el proceso de
composición de la novela se convierte en ingrediente esencial del libro. En Rayuela,
Cortázar sugiere al lector diversos itinerarios de lectura.
·
La integración de lo fantástico y lo real se consolida. El “realismo mágico”
o “real maravilloso”
consiste en dotar de
dimensiones maravillosas, irreales y exageradas la realidad cotidiana, de
manera que los personajes y el lector pasan de lo real a lo mágico sin apenas
darse cuenta. Esta es, para muchos, la mejor manera de representar el
abigarrado mundo iberoamericano; por tanto, uno de los rasgos principales.
·
Novedades técnicas. La
estructura del relato es objeto de una profunda experimentación. Serán
renovadas las técnicas narrativas: ruptura de la línea argumental,
cambios del punto de vista, combinación de las personas narrativas, estilo
indirecto libre, monólogo interior, etc.
- Experimentación o enriquecimiento del
lenguaje mismo. Se superponen estilos o registros,
con distorsiones sintácticas y léxicas, con una densa utilización del
lenguaje poético, etc.
Ø Por debajo de todo ello, late el convencimiento de la insuficiencia
práctica y estética del realismo;
lo que no supone un alejamiento de la realidad, sino una voluntad de
abordarla desde ángulos más ricos, más reveladores y más válidos estéticamente;
que no implica el abandono de propósitos testimoniales o de denuncia. Estamos,
en suma, ante un “arte nuevo”, que ocupa un lugar preeminente en la novela
mundial.
Desde
Colombia, Gabriel García Márquez (1928) es la gran figura de la
narrativa contemporánea; el escritor de mayor resonancia mundial en el ámbito
de los narradores de esta “nueva novela”. A él se debe, en gran parte, la
extraordinaria difusión de la literatura latinoamericana en las décadas de
1960-1970, sobre todo a consecuencia del enorme éxito alcanzado por su novela Cien
años de soledad (1967). De 1955 a 1962, había ido publicando novelas cortas
y cuentos: La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba, Los funerales de la Mama grande… Eran ya
relatos espléndidos que giraban en torno al imaginario pueblo de Macondo. Pero
la vida de ese pueblo -real y mítico- adquirió tales proporciones que acabó por
tomar cuerpo en la prodigiosa novela de 1967. García Márquez publicó después un
volumen de cuentos, La increíble y triste
historia de la cándida Eréndida y su abuela desalmada (1972), y la novela El otoño del patriarca (1975). En 1981,
una nueva obra maestra: la breve y perfecta Crónica
de una muerte anunciada. Al año siguiente, se le concede el Premio Nobel. Y
en 1985, publica la deliciosa y larga novela El amor en los tiempos del cólera. Esta novela consagrada al
amor se inicia con dos muertes: la de un refugiado antillano inválido de
guerra, y la del doctor Juvenal Urbino, que al regresar de casa de su amigo
suicida, en un intento de recuperar su loro huido, cae desde lo alto y se mata.
"Sólo Dios sabe cuánto te quise", tiene apenas tiempo de decirle a
Fermina Daza, su mujer, la misma a quien un rato después, Florentino Ariza, uno
de los asistentes al velorio, dirá: "Fermina: he esperado esta ocasión
durante más de medio siglo, para repetir una vez más el juramento de mi
fidelidad eterna y mi amor para siempre". Esto ocurre un domingo de
Pentecostés de principios de la década de los años treinta, en una ciudad
colombiana del litoral del Caribe que por su cercanía a la desembocadura del
río Magdalena se supone que se inspira en Barranquilla. Muerto Urbino, y de nuevo rechazado por Fermina, Florentino Ariza
volverá, como ya hizo en la adolescencia, a conquistar poco a poco con su verbo
apasionado a la mujer, que acabará aceptando primero su amistad y luego viajar
por el río Magdalena, sin saber, hasta el último momento, que Florentino la
acompañará.
2.ESTRUCTURA Y CONTENIDO NARRATIVO EN EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA
“El amor en los tiempos del cólera” es una novela de
amor de Gabriel García Márquez, Premio Nobel en 1982, publicada en 1985. El
libro está dividido en seis extensos capítulos. En ellos, el novelista va
narrando y describiendo situaciones ocurridas en distintas épocas y lugares,
los cuales va concatenando mediante la técnica del flash-back. En presente sólo
aparecen los capítulos 1 y 6, y entre ellos hay unos tres años de cronología
lineal. La novela está escrita en tercera persona: el narrador, omnisciente, es
un simple observador que no actúa en los acontecimientos. Se trata,
principalmente, de un compendio acerca del amor y sus múltiples variantes, un
estudio sobre el paso del tiempo que destruye y reconstruye almas y ciudades,
sobre la memoria y sus infinitos laberintos; pero también sobre la soledad.
Todos los personajes están solos y les sobrevienen las dudas propias de su
aislamiento. El suceso que abre la novela origina una sentencia que aúna
amor-soledad-muerte: “Es una lástima
encontrarse todavía con un suicidio que no sea por amor”; pues el lector sabe
que la fidelidad a la soledad y el amor llevan a Saint-Amour a decidir su
muerte.
La
trama se desarrolla en un espacio real del Caribe a principios del siglo XX,
época en la cual, según el narrador, los signos del enamoramiento podían ser
confundidos con los síntomas del cólera. Al igual que el caudaloso Magdalena, a
cuyas orillas se desarrolla, la historia serpentea y fluye, rítmica y pausada,
y prosa abajo va narrando a través de más de sesenta años la vida de los
personajes principales, Fermina Daza, Florentino Ariza y el doctor Juvenal
Urbino de la Calle. Y poco a poco, este escenario y estos personajes van
desembocando en los terrenos del mito y la leyenda, acercándose a un oscilante
y tenue final feliz. Con visiones de muerte, que no consiguen sobreponerse al
amor, acaba como comenzó esta novela.
Sin
duda, la temática es profunda, rica, realista y conmovedora. García Márquez
hace hincapié en cuestiones trascendentales en la vida del hombre, tales como
la familia, la amistad, el amor en las diferentes etapas de la vida, la
fidelidad, la convivencia conyugal, y la muerte, apelando para ello a un
recurso ampliamente descriptivo. El
humor es otro de los temas fundamentales del relato, un humor inteligente que
roza a veces la ironía y otras el sarcasmo. Lo usa García Márquez para bajar lo
sublime del momento de un manotazo.
En
la obra podríamos hablar de tres secuencias.
1.-
Presentación. Florentino Ariza se enamora de Fermina Daza y consigue entrar en
contacto con ella mediante notas que va dejando en ciertos lugares y que ella
recoge cuando sale de paseo con su tía. Se declaran amor eterno, pero el padre
de ella acaba por enterarse, y expulsa de casa a la cómplice de su hija.
2.-
Nudo. Fermina es enviada a un lugar muy lejano para que se olvide de
Florentino, pero su amor se acrecienta. Sin embargo, sin haber razones que lo
justifique, ella rompe un buen día el noviazgo, y se casa con Juvenal Urbino.
Florentino no se rinde, y espera que, cuando quede viuda, será su oportunidad.
En el funeral le confiesa: “-Fermina -le dijo-: he esperado esta ocasión durante más de medio
siglo, para repetirle una vez más el juramento de mi fidelidad eterna y mi amor
para siempre”.
No olvida a Fermina y no se casa, pese a que mantiene relaciones con muchas
otras mujeres: “Amor del alma de
la cintura para arriba y amor del cuerpo de la cintura para abajo”; así
justifica una de ellas la escisión del amor de Florentino.
3.-
Desenlace. Ya entrada la vejez, Fermina queda viudad y Florentino vuele a
cortejarla. Empieza todo desde cero. Conseguido el objetivo, vuelven a un amor
que habían dejado hacía: “cincuenta y tres años, siete meses y once días con
sus noches.”
La poesía en este texto ya no nace
de esos elementos mágicos a que tanto nos tiene acostumbrados García Márquez,
aunque tampoco falten algunos (la muñeca negra que aumenta de tamaño,
Florentino comiendo rosas...), sino de la fuerza de su mismo tema: el amor,
protagonista absoluto de la obra, arropado, en ocasiones, por un paisaje mucho
más mágico de cuanto puedan serlo otros fenómenos y aconteceres más
sorprendentes y extraños.
Mediante
un lenguaje lleno de riqueza y versatilidad, el escritor colombiano narra el
esquema complejo, verosímil y esperanzado de un mundo que se asemeja, más de lo
que nosotros pensamos, al mundo en que vivimos. De esta manera nos demuestra
una vez más que la vida no es otra cosa que el trabajo interminable para el que
los seres humanos fuimos creados.
3.LOS PERSONAJES DE EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA
Por esta novela cruzan un gran
número de personajes, que actúan como elementos que giran alrededor de los
personajes principales; protagonistas indiscutibles que configuran el triángulo amoroso que vertebra la trama:
Personajes Principales.
Por un lado, Juvenal
Urbino de la Calle. Licenciado en
París como doctor en Medicina, vuelve a su pueblo, donde destacará por acabar
con el cólera; lo que le concede el respeto y la admiración de todos. De buena
familia, carácter cobarde y sincero. En su juventud era el soltero más
codiciado por su forma de tratar a las personas. Conoce a Fermina Daza
como paciente, pues se creía que sufría
el cólera. Se casará con ella y tendrán varios hijos. Mantiene con su esposa un
trato cordial y correcto –se casó con ella sabiendo que no la amaba-, y le fue
infiel con otras mujeres, entre ellas destaca una mulata que se llamaba Bárbara
Lynch. Su muerte, al intentar atrapar a un loro que se había encaramado en un
árbol, no deja de ser una absurda muerte para un personaje como Juvenal, cuyas
últimas palabras son para Fermina: "solo Dios sabe cuánto te quise".
Por
otro lado, Florentino Ariza, hijo de Tránsito Ariza y de un empresario
de la compañía fluvial del Caribe que falleció debido al cólera. Florentino
usaba lentes porque padecía de miopía, sufría de estreñimiento crónico, y su
vestimenta era muy sombría y lo hacía parecer más viejo de lo que era. También
le encantaba escribir y leer poemas de amor. Locamente enamorado de Fermina
Daza, le prometió su fidelidad cuando era joven. Las diferencias sociales y de
carácter los separan. Tal es la magnitud de su amor que esperará más de
cincuenta años al amor de su vida. Fermina se casa con el doctor Juvenal
Urbino, pero Florentino sigue amándola y espera la oportunidad para volver con
ella. Mantiene amores clandestinos con diversas mujeres, pero su único objetivo
es Fermina, a la que denomina, tanto en su poesía como en su vida,: ”Diosa Coronada”.
En
medio, Fermina Daza. De ojos almendrados, con pelo largo color miel; era
de buena familia, de carácter vivo. En su juventud vivió un inocente romance
con Florentino Ariza. Tras enterarse, su padre expulsa a la tía Escolástica por
consentir el amorío, y marcha con Fermina a vivir con la prima de ésta,
Hildebranda. Allí madura, adquiere un carácter orgulloso y obstinado, y
continúa pensando en Florentino, anhelando regresar para verlo y casarse con
él. A
su vuelta, Fermina vuelve a ver a Florentino y cae en la cuenta de que no lo
conoce ni ama: “Pobre hombre”. Conocerá al doctor Juvenal Urbino en una falsa
alarma de sufrir el cólera, y, con el consentimiento del padre, se casa con él.
Se trata de una mujer astuta y dueña de su casa (descubre la infidelidad de su
marido con Bárbara Lynch). A la muerte de Juvenal, Fermina se niega en un
principio a volver a ver a Florentino, que continúa amándola, hasta que
consiente un acercamiento amistoso entre ambos. Esto les permite conocerse y al
fin, ya en su vejez, vivir el romance que de jóvenes no pudieron.
Personajes Secundarios. Algunos de ellos se esbozan a continuación:
-Lorenzo Daza: Padre de Fermina, es un hombre de negocios sucios y turbios,
traficante de mulas, muy autoritario hasta con su hija, pues la apartó de
Florentino. Verá en Juvenal al candidato ideal: “Fermina Daza se dio cuenta muy
pronto de que su padre estaba tratando de ablandarle el corazón.”
- Tránsito
Ariza: Madre
y confidente de Florentino Ariza. Dirige la vida de su hijo, al que le
aconseja: “Aprovecha ahora que eres joven para sufrir todo lo que puedas, que
estas cosas no duran toda la vida.”
- Tía Escolástica: Tía de Fermina por
parte de su padre, la crió como si fuera su propia madre. Facilita la
correspondencia entre ésta y Florentino; cuando Lorenzo se da cuenta, le ordena
irse de la casa.
- Gala
Placidia: sirvienta negra de Fermina Daza, la acompaña a partir de
la marcha de la Tía Escolástica.
-Tío León: Tío de Florentino que le da trabajo en la CFC (Compañía Fluvial
del Caribe), lo enseñó a manejar
el cargo y lo nombró presidente y heredero de la misma compañía.
-Lotario Thugut:
telegrafista alemán; anima a Florentino Ariza a la telegrafía siendo su maestro
y trabajando con él. Dueño del hotel de paso donde Florentino vivió de joven.
-Blanca de la Calle:
Madre de Juvenal, autoritaria y celosa con su hijo, no siente aprecio por
Fermina.
-Hildebranda
Sánchez:
Prima y confidente de Fermina Daza. Es la única que comprende su estado desde
que la vio por primera vez, puesto que también ella se consumía en las brasas
de un amor temerario. Sigue de cerca el amor entre Fermina y Florentino
mediante las cartas, que ella facilita.
-Bárbara
Lynch: Doctora
en Teología, será la amante de Juvenal durante cuatro meses.
-Olimpia Zuleta: una noche
Florentino le pinta: “Esta cuca es mía” y su marido, al verlo, la asesina.
-La Viuda de Nazaret: Mujer que
Tránsito acoge en su casa por caridad, mantiene relaciones sexuales con
Florentino debido a que busca una cama para dormir y la madre de Florentino le
ofrece la del hijo.
-América Vicuña: En la obra aparece cuando Fermina se va a vivir con su prima Hildebranda, y Florentino, que alcanza el puesto de Gerente General de la Compañía Fluvial del Caribe, se siente atraído por ella, una niña mucho más jovial que Fermina que cursaba los estudios primarios. Se delata su inocencia de niña y acepta todos los obsequios que Florentino le brinda, hasta que, desengañada, acaba suicidándose por amor no correspondido.
Con respecto a las amantes de Florentino, son más de seiscientas. Entre ellas destacan las citadas, sin olvidar a Rosalba, la mujer anónima que lo desvirga en su viaje en barco dando comienzo así a cincuenta años de promiscuidad de un hombre que, paradójicamente, sólo anhela el amor de la única mujer que le está vedada.
4.EL AMOR Y LA MUERTE
EN EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA
El
amor en los tiempos del cólera es una obra maestra de la literatura del
siglo XX, cuyo tema principal es la unión de amor y muerte a través del cólera,
enfermedad cuyos síntomas se asemejan a los del amor y lleva a la muerte. Gabriel García Márquez
relata la intensa sensación de amor que siente Florentino Ariza desde que vio
por primera vez a Fermina Daza en su casa, donde llevaba un telegrama. Comienza
a conquistarla con apasionadas cartas, a las que ella sucumbe. Estamos ante un
amor verdadero pero imposible, ya que Lorenzo Daza, padre de Fermina, la obliga
a que no vuelva a verlo y se la lleva lejos para que lo olvide. En ese tiempo,
conoce a Juvenal Urbino, y, tras varios años, regresa y termina casándose con
él aun sin estar enamorada.
En todo ese tiempo, Florentino tuvo a Fermina
en su corazón. El amor que que encarna Florentino Ariza, a pesar de ser
contrariado, se basa en un juramento de amor y fidelidad lo suficientemente
fuerte como para conservarse intacto durante toda una vida. En el funeral del
marido de Fermina, Florentino le confiesa: “Fermina -le dijo-: he esperado esta ocasión durante más de medio
siglo, para repetirle una vez más el juramento de mi fidelidad eterna y mi amor
para siempre”.
No olvida a Fermina y no se casa, pese a que mantiene relaciones con muchas
otras mujeres; pues, desde que Florentino y Fermina se vieron por primera vez
hasta que él le reiteró su determinación medio siglo más tarde, no tuvieron
nunca una oportunidad de verse a solas ni de hablar de su amor. Florentino
Ariza sustituía el vacío que el amor ilusorio de Fermina Daza creaba en su vida
con pasiones terrenales, amores de cama. En la plenitud de sus relaciones,
Florentino se había preguntado cuál de los dos sería el amor, el de la cama
turbulenta o el de las tardes apacibles de los domingos. Una de sus amantes le
da la definición del amor dividido: “Amor del alma de la cintura para arriba y amor del cuerpo de la
cintura para abajo” (Sara Noriega). “Cuando Florentino vuelve a la vida de
Fermina, a ella le resulta imprevista la reiteración dramática de un amor que
para ella no había existido nunca y a una edad en que a él y a ella no les
quedaba más que esperar de la vida”; así que Florentino se propone utilizar un
método distinto de seducción, sin ninguna referencia a los amores del pasado.
Tenía que enseñarle a pensar en el amor
como un origen y un fin en sí mismo. Cuando comienzan a verse
personalmente, ambos se vieron como eran: dos ancianos acechados por la muerte,
sin nada en común, aparte del recuerdo de un pasado efímero que ya no era de
ellos sino de dos jóvenes desaparecidos. Ella pensó que él iba a convencerse
por fin de la irrealidad de su sueño, y eso iba a redimirlo de su
impertinencia: “Fermina estuvo a punto de pedirle que no volviera más, pero la
idea de una pelea de novios le pareció tan ridícula a la edad de ambos, que no
pasó de causarle una crisis de risa. Florentino invita a Fermina a viajar por
el río y ella acepta. Entonces es cuando le llega a Fermina la hora de
preguntarse con dignidad qué hacer con el amor que se le había quedado sin
dueño: “Y reconoció a Florentino como el hombre que estuvo siempre al alcance
de su mano aunque ella no lo hubiera notado antes.” Así se dejan ir y venir,
amándose, a bordo del barco “Nueva Fidelidad”.
“Decidió casarse con Juvenal. Y, aunque no lo
admitiera, la acongojaba la idea de que, para bien o para mal, Florentino Ariza
era lo único que le había ocurrido en la vida.” Cuando Fermina tuvo que enfrentar
la decisión de casarse con Juvenal Urbino sucumbió en una crisis mayor, al
darse cuenta de que no tenía razones válidas para preferirlo después de haber
rechazado sin más a Florentino Ariza. En realidad, lo quería tan poco como al
otro, pero además lo conocía mucho menos. Ambos formaban una pareja admirable.
Sin embargo, a lo largo de su matrimonio, atravesaron varias crisis. Por su
parte, Juvenal era consciente de que no amaba a Fermina. En el curso de los
años, ambos llegaron por distintos caminos a la conclusión sabia de que no era
posible vivir juntos de otro modo, ni amarse de otro modo: nada en este mundo
es más difícil que el amor.
Encontramos
distintas artes amatorias: 1. Amor romántico. El amor de FA a FD es ultra
romántico. FA se extraña de que los demás no se enamoren al ver pasar a FD; por
lo tanto, es un amor idealizado: FD sube de clase social cuando se casa con
Juvenal. 2. Amor apasionado, voluble. El amor idealizado desaparece en FD, al
contrario del amor fijo de FA. 3. Amor adúltero. Juvenal con Bárbara Lynch. 4.
Amor fatal. El de América Vicuña. 5. Amor como sexo: Olimpia Zuleta. La
violación: FA es violado por Rosalba en el barco. Se rompe su intención de
virginidad. 6. Amor como desenfreno. La viuda de Nazaret le dice a FA “Te adoro
porque me volviste puta”. Y sobre todo, el tópico triángulo amoroso del
folletín, la novela rosa, los seriales radiofónicos… y el amor en el matrimonio
y al margen de él.
En cuanto a la
muerte, encontramos diferentes contextualizaciones: 1. Muerte como suicidio,
el de Jeremiah de Saint-Amour: “Había fijado como plazo último para suicidarse
la víspera de Pentecostés”, o el de América Vicuña, por amor. 2. Muerte
absurda. La muerte no tiene sentido del ridículo. Juvenal Urbino se
automedicaba con paliativos para la vejez, pero no puede escapar a la muerte:
cuando Urbino comete la imprudencia de atrapar al loro, en ese mismo instante
asume su muerte. A Florentino Ariza le apena que haya de esperar a que su amor
se concrete a partir de la muerte de Urbino: “decidió, como si
dependiera de él, que el doctor Urbino tenía que morir. No sabía ni cuándo ni
cómo, pero se lo planteó como un acontecimiento que estaba resuelto a esperar
sin prisa ni arrebatos, así fuera hasta el fin de los siglos.” “Y Florentino no
pudo resistir la punzada de dolor de que aquel hombre admirable tuviera que
morirse para que él fuera feliz.” Cuando cae de las escaleras, Florentino no
se mata de milagro: “Por primera vez empezó a pensar de un modo racional en la
realidad de la muerte.” La muerte sirve finalmente a los amantes para prolongar
su amor, pues la bandera amarilla que iza el capitán del barco que los lleva,
los pone en cuarentena ante la falsa amenaza del cólera y les proporciona así
un tiempo extra alejados del pasado, de lo que fue y no debió ser en esa tierra
firme donde tanto han sufrido por amor y donde ya no les queda más que la
cercana e inexorable muerte.
Hola, querría saber si con estos apuntes podria llegar a alcanzar una buena nota en selectividad. Pues mi carrera requiere una nota bastante elevada, por lo que necesito apuntes que me ayuden a conseguirlo.
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