TEMA
XIX.- LA
GUERRA CIVIL (1936-1939)
I.- LOS
PLANES DE LOS CONSPIRADORES
Aunque la conspiración
se inició como consecuencia de la victoria del Frente Popular, se
habían producido otros intentos, como la Sanjurjada (fallido
golpe
de Estado
que intentó parte del ejército español la madrugada del 10 de
agosto de 1932
contra la II
República
liderado desde Sevilla,
por el general Sanjurjo.
Tras el golpe, Sanjurjo fue en primer lugar condenado a muerte, y
posteriormente, tras una temporada en el
Dueso,
fue exiliado a Estoril
(Portugal),
desde donde trató de volver años después para ponerse al frente de
los sublevados en 1936) y
movimientos protagonizados por los generales Goded,
Fanjul y Franco (dic.
1935-febrero 1936).
El
jefe de la operación fue el general Mola
desde Pamplona y Sanjurjo el designado para presidir el Directorio
Militar, pero falleció en accidente aéreo cuando se dirigía desde
Portugal a España para encabezar la sublevación. Franco se
incorporó en el último momento y tras muchas dudas. Los
conspiradores no tenían un objetivo claro excepto desalojar al
gobierno legítimo: preveían un golpe breve y rotundo que durase
horas y a lo sumo días, pero no una guerra civil de años, pues
confiaban en la debilidad de las instituciones republicanas, mientras
que, el gobierno de la República presidido por Casares Quiroga no
supo prever el golpe ni evitarlo.
II.-
EL GOLPE
DE ESTADO Y LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO
1.-
DEL GOLPE
DE ESTADO A LA GUERRA CIVIL.
La sublevación comenzó en Melilla el 17 de julio: el coronel Yagüe,
jefe de la Legión se sublevó contra la República, extendiéndose
rápidamente por todo el protectorado marroquí. Franco,
tras controlar la situación en Canarias, se trasladó a Marruecos y
se puso al frente de la rebelión.
Entre
el 18 y el 19 de julio la rebelión se extendió por el resto de
España, uniéndose a los militares civiles falangistas y requetés.
La falta de toma de decisiones del gobierno hizo que en dos días los
sublevados se habían apoderado de Pamplona, Sevilla, Castilla la
Vieja y parte de Aragón. Casares
Quiroga fue sustituido en la
presidencia de gobierno por José
Giral el 19 de julio quien armó a
las milicias de sindicatos y partidos del Frente Popular. La
sublevación fracasó donde las fuerza obreras tenían más peso:
zonas industriales de Cataluña, País Vasco, Asturias, Madrid y
Levante. Al fracasar el plan de los sublevados de apoderase en poco
tiempo de los resortes del Estado, el país se dividió en dos bandos
que se enfrentarían en una dura guerra civil de tres años.
El
bando de los sublevados lo
constituían militares conservadores, monárquicos de derechas,
católicos, falangistas y requetés, y cuantos se habían opuesto a
las reformas de la República, apoyados e inspirados por el fascismo
se definían como “nacionales” (por su defensa de la unidad de
España) y católicos. No había unanimidad sobre las acciones a
emprender tras el triunfo del golpe: “restablecer el orden” a
través de una dictadura militar que eliminase el riesgo de
revolución que ofrecía el Frente Popular y, tras un periodo,
restablecer un poder civil en forma de monarquía o república (la
CEDA y los monárquicos querían la monarquía; los falangistas una
república fascista a la italiana, y los requetés la entronización
de la monarquía carlista).
El
bando de los leales a la República
lo constituían obreros, trabajadores, pequeña burguesía,
campesinos sin tierras, afiliados a organizaciones socialistas,
comunistas o anarcosindicalistas y eran definidos por los sublevados
como “rojos” aunque también había sectores de la burguesía
ilustrada, intelectuales y artistas. Defendían la legitimidad
republicana y eran los que habían apoyado las reformas del Bienio
Social-Azañista y el Frente Popular.
2.-
LA
INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO
Desde
el primer momento tuvo una gran repercusión internacional pues fue
vista como una confrontación entre las fuerzas democráticas y las
fascistas, creyéndose que era el precedente de lo que finalmente
ocurriría en la Segunda Guerra Mundial. Pero en realidad era un
enfrentamiento entre los viejos grupos dominantes de la España de la
Restauración y los grupos emergentes obreros y burgueses que
deseaban un régimen democrático y una sociedad más moderna sin los
privilegios de de los latifundistas, empresarios, ejército y clero.
La
Guerra de España apasionó y dividió a la opinión pública
internacional y gobernantes. Los demócratas de todo el mundo, los
partidos obreros, México y la URSS apoyaron decididamente a la
República mientras que los regímenes fascistas de Italia, Alemania
y la Portugal del filofascista Oliverira Salazar y el Papado apoyaron
a los sublevados. Ante el temor a una internacionalización del
conflicto se creó en Londres el Comité
de No Intervención
(agosto,1936) que en realidad fue una injusticia para la república y
una de las causas de su derrota al negar a un Estado soberano y
legítimo el derecho a adquirir armas para defenderse de la
insurrección. El miedo de Inglaterra y Francia a enfrentarse a
Alemania les hizo adoptar una postura de mirar para otro lado y no
reconocer la fuerte intervención alemana e italiana a favor de los
sublevados.
La
República. El gobierno de Largo
Caballero se vio obligado a comprar y productos energéticos en la
Unión Soviética:
en octubre de 1936 envió a Moscú las reservas de oro del Banco de
España para hacer frente al pago, y los consejeros militares
soviéticos jugaron un destacado papel en la organización táctica
de la guerra, influyendo enormemente en el PCE. También las Brigadas
Internacionales prestaron una gran
ayuda a la República, movimiento de solidaridad antifascista pues de
forma voluntaria, libre y espontánea más de 60000 brigadistas
llegaron de todo el mundo a Madrid para poner en juego su vida por la
República.
URSS:
6000 soldados, tanques y artillería 2000 y aviones 1000 (Katiuskas
y moscas)
Los
sublevados. Pero sin duda fueron
los sublevados los más favorecidos del apoyo extranjero:
Italia:
80000 soldados y 800 aviones (bombarderos, cazas y otros). Corpo
Truppe Volontarie (unidad de
tropa con mandos propios).
Alemania:
20000 soldados, 800 tanques y artillería y 600 aviones
(bombarderos, cazas y otros). La Legión
Cóndor (aviación que arrasó
Guernica).
Portugal:
ayudó facilitando el paso por su territorio de tropas franquistas y
con la Legión Viriato.
III.-
DESARROLLO DE LA GUERRA
1.-
ZONA REPUBLICANA: REVOLUCIÓN
CONTENIDA
A)
Gobierno de José Giral.
Disolvió el ejército tradicional y decretó la creación de
batallones de voluntarios en los que debían integrarse las milicias,
emergiendo una estructura de poder en torno a los sindicatos y
partidos de izquierdas, única fuerza capaz de defender a la
república. El Estado se vino abajo y surgieron consejos y comités
que organizaban las columnas de voluntarios para el frente, la
economía y el orden público. Con el alzamiento militar se creó un
clima revolucionario y se pensaba que una vez vencido al enemigo
habría que hacer la revolución. Gran parte de la propiedad
industrial y agraria fue colectivizada; los comités controlaban los
transportes, fábricas, talleres, etc. Se intervinieron las cuentas
bancarias, y se paralizó la transmisión de bienes inmuebles.
Todos
los afines a los “facciosos” (sublevados) sufrieron una gran
persecución: la Iglesia, la burguesía, clases acomodadas,
terratenientes, creyentes, persecución que escapó al control del
poder republicano. Tuvieron lugar miles de asesinatos, los llamados
“paseos”, detenciones ilegales en las checas (cárcel
clandestina), saqueos e incendios de iglesias, requisa de bienes y de
propiedades particulares. Se asesinaron a muchos presos políticos
que estaban en prisión en la Modelo de Barcelona, en Madrid
(asesinados en Paracuellos del Jarama
cuando se les trasladaba a Valencia) o Alicante (José Antonio). El
terror revolucionario fue impuesto sobre todo por el sector más
radical del anarcosindicalismo (CNT-FAI) y los troskistas del POUM,
mientras los demás exigían un poder estatal fuerte que concentrara
sus esfuerzos en ganar la guerra (2 tendencias: A/ 1º guerra y
después revolución; B/ guerra y revolución al mismo tiempo).
B)
Gobierno de Largo Caballero
(set. 1936-mayo 1937). Lo formaban republicanos, socialistas,
comunistas y, caso sin precedentes en el mundo, cuatro ministros
anarquistas. El gobierno se trasladó a Valencia ante el peligro a
que Madrid cayese en poder de los sublevados. Una serie de fracasos
militares abrió el enfrentamiento entre las fuerzas republicanas:
republicanos, socialistas y comunistas eran partidarios de poner
orden en la retaguardia y reforzar vínculos con las clases medias
creando un Estado fuerte concentrado en el esfuerzo bélico.
Los Hechos de Mayo
(1937) de Barcelona debilitaron al gobierno Largo Caballero. En los
meses anteriores cuando el gobierno de la Generalitat intentó
desalojar del edificio de Telefónica a los anarquistas que lo habían
ocupado, controlando las comunicaciones, los hechos derivaron en un
enfrentamiento en las calles de Barcelona entre militantes del CNT y
POUM, y militantes del PSUC, ERC y UGT que respaldaban al gobierno.
El gobierno central envió fuerzas a Cataluña para controlar el
orden (200 muertos y crisis de gobierno).
C) Gobierno
Negrín (mayo 1937-marzo 1939). Largo Caballero se negó las
exigencias de la URSS de perseguir al POUM y dimitió, y el
presidente de la República Azaña encargó la formación de gobierno
al socialista y prestigioso fisiólogo Juan Negrín. El POUM fue
declarado ilegal y su líder Andreu Nin asesinado por agentes de la
policía soviética. Formaban el gobierno todas las fuerzas del
Frente Popular excepto la UGT y la CNT aunque daban su apoyo, e
Indalecio Prieto asumió el Ministerio de la Guerra. El nuevo
gobierno basó su política en el esfuerzo militar, reforzando el
poder central, se unificó la dirección de la guerra y se integraron
todas las milicias en el Ejército Popular. La sede del gobierno se
trasladó de Valencia a Barcelona.
Ante la dificultad de
frenar el avance de las tropas franquistas el gobierno, aunque
llevaba a cabo un esfuerzo militar y una política de resistencia a
ultranza, intentó la salida negociada a la guerra. Negrín propuso
su célebre Programa de Trece Puntos (abril 1938) en el que
proponía el cese de la lucha, la permanencia de la república, y la
apertura de un proceso de elecciones democráticas, a lo que
respondió Franco con la exigencia de una “rendición sin
condiciones”. A partir de marzo de 1938 se pensaba en la
imposibilidad de la victoria republicana y el Pacto de Munich de
setiembre de 1938 por el que Gran Bretaña y Francia reconocían la
ocupación de los Sudetes por Hitler, plegándose al expansionismo
nazi. El único que defendía (con apoyo de los comunistas) la
resistencia militar a ultranza era Negrín, con la esperanza de que
el inicio del previsible conflicto en Europa entre las potencias
democráticas y las fascistas ayudara a la República en su victoria
final. El lema de Negrín sería: “Resistir es vencer”.
Pero la pérdida de
Cataluña en febrero de 1939 significó el exilio de los gobiernos de
la República, de Cataluña y del País Vasco. En marzo Gran Bretaña
y Francia reconocían al gobierno de Franco y Azaña presentaba en
Paris su dimisión como presidente de la República. A pesar de los
esfuerzos de Negrín, la República tenía los días contados.
2.-
ZONA SUBLEVADA: CREACIÓN
ESTADO TOTALITARIO
A)
La creación de un partido
único. El gobierno de Burgos.
La
muerte accidental en Lisboa de Sanjurjo (20 julio 1936) planteó el
problema de quién lideraría el movimiento golpista. El 24 de julio
se creó en Burgos la Junta
de Defensa Nacional integrada
por militares (Franco, Mola, Queipo de Llano..) y dirigida por el
general de más edad, el general Cabanellas. Su misión era gobernar
el territorio ocupado y sus primeras medidas fueron prohibir la
actividad de los partidos, suspender la Constitución y paralizar la
reforma agraria. El liderazgo de Franco se impuso después de liberar
el Alcázar de Toledo y de que Hitler y Mussolini lo reconocieran
como único interlocutor. El 30 de setiembre los sublevados lo
eligieron jefe del Alzamiento y el 1
de octubre de 1936 se publicó el decreto nombrándolo Jefe del
Gobierno del Estado y Generalísimo de los Ejércitos, desapareciendo
la Junta de Defensa Nacional, y el cuartel general del Generalísimo
se trasladó a Salamanca.
Solo
actuaban como grupos políticos Falange y Comunión Tradicionalista
(carlistas) y se toleraba la CEDA y los monárquicos. Franco,
inspirándose en el modelo fascista italiano y alemán, de partido
único y un jefe con plenos poderes, dio a conocer el Decreto
de Unificación (abril de 1937)
por el que se creaba el partido único Falange
Española Tradicionalista y de las JONS
unificando a falangistas y carlistas y en el que se integrarían
todas las fuerzas nacionalistas. Franco sería su Jefe Nacional
controlando todos los poderes. Su uniforme la camisa azul de la
Falange y la boina roja de los carlistas y el saludo fascista brazo
en alto. Los que se negaron fueron encarcelados como el falangista
Hedilla y el carlista Fal Conde.
En
enero de 1938 se creaba el primer gobierno de Franco en el que asumía
la jefatura del estado y la presidencia de gobierno, pasando a ser
llamado Caudillo de España. Se abolió toda la legislación
republicana, se suprimieron las libertades religiosa, política,
sindical, de prensa, autonomías, se restableció la pena de muerte.
Se prohibieron las huelgas y manifestaciones obreras y se creó el
Sindicato Vertical (Fuero del
Trabajo). El nuevo estado sería
confesional, se suprimía el matrimonio civil y el divorcio, se
establecía el culto religioso en la enseñanza y en el ejército y
se restablecía una retribución al clero.
Se
uso de forma sistemática una violencia extrema e institucionalizada
que pretendía la aniquilación de los vencidos siendo muchos
asesinados solo por ser adictos a la república (Lorca). Gran parte
de los asesinados durante la guerra fueron enterrados en fosas
comunes sin constancia de su desaparición (relacionar con la ley de
Zapatero sobre Memoria Histórica).
IV.-
OPERACIONES MILITARES
El
objetivo de los sublevados era tomar
Madrid, símbolo del poder
republicano. Las tropas de África, legionarios y regulares al mando
del general Yagüe
pasan el estrecho y se unen a las tropas sublevadas en Sevilla por el
general Queipo de Llano, y desde el sur toman Badajoz y enlazan con
los sublevados en Galicia, Castilla la Vieja y Navarra. Franco,
convertido en jefe del ejército tras la muerte
de Sanjurjo, decidió desviarse
para ocupar Toledo y liberar el Alcázar
y a finales de octubre se hallaba a las puertas de Madrid. Los
republicanos reaccionaron rápidamente para evitar la caída de la
capital y se hicieron míticas las consignas de “No
pasarán” y “Madrid,
tumba del fascismo”. El gobierno
se trasladó a Valencia, y Madrid resistió con la llegada de las
Brigadas Internacionales,
los carros de combate rusos
y la columna anarquista
procedente de Cataluña dirigida por el mítico Durruti
(murió en noviembre en la defensa de Madrid).
Los
nacionales intentaron aislar Madrid con maniobras envolventes como la
batalla del Jarama
y la batalla de Guadalajara
en donde las tropas fascistas italianas sufrieron una gran derrota.
Ante el fracaso en la toma de Madrid, Franco se decidió ocupar el
norte. Mola
desde Navarra había ocupado San Sebastián y desencadenó un ataque
hacia Vizcaya. El 26 de abril Guernica
era arrasada por la Legión Cóndor por orden del cuartel general de
Franco, primer bombardeo aéreo de la historia de una población
civil (obra de Picasso) y Bilbao fue ocupada. Para aliviar la presión
en el norte, los republicanos desencadenaron las batallas de Brunete
y Belchite,
pero no impidieron que Franco ocupase Santander y después Asturias.
A
finales de 1937 se produjo el avance nacionalista hacia el
Mediterráneo, y el ejército republicano (que había sido
reorganizado y dotado con mandos profesionales a los se sumaron los
Modesto, Líster y el Campesino)
dirigido por el destacado general
Rojo, el defensor de Madrid,
desencadenó la batalla de Teruel,
pero Franco reaccionó con la campaña de Aragón, atravesando el
Maestrazgo y llegando al Mediterráneo por Vinaroz, dividiendo el
territorio republicano en dos zonas (Cataluña quedaba aislada).
Entre
julio de 1936 y febrero de 1939 tuvo lugar la batalla más sangrienta
de toda la contienda: la Batalla
del Ebro en la que se emplearon
a fondo la aviación alemana e italiana, siendo derrotado los
republicanos. Franco decidió la toma
de Cataluña entrando el 26 de
enero de 1939 sin resistencia y huyendo desde Gerona miles de
refugiados a Francia, incluido el jefe de gobierno Negrín (que
volvió a España inmediatamente) y el Presidente de la República
Azaña.
El
fin de la guerra
era inminente. En febrero de 1939 a la República no le quedaba más
territorio que Madrid, La Mancha y la región mediterránea, desde
Valencia hasta Almería. En Madrid se produjo el 5 de marzo la
sublevación contra el gobierno de
la República del coronel Casado,
responsable de su defensa, que había entrado en contacto con Franco
para entregar la ciudad, quien sólo aceptó una rendición sin
condiciones, y el 28 de marzo sus tropas entraron en Madrid sin la
menor resistencia. En días posteriores se ocupó la zona
mediterránea y el 1 de abril Franco firmó en Burgos el último
parte de guerra: “En
el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado
las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. Españoles,
la guerra ha terminado”.
V.-
CONSECUENCIAS DE LA GUERRA
1.-
Los muertos y desaparecidos.
1 millón de muertos de los cuales 300.000 en el frente. A estos hay
que añadir los fusilados en ambos bandos, y en el franquismo se
prolongaron las ejecuciones durante una década y los presos
superaron los 300.000 y muchos murieron por las malas condiciones de
su reclusión (Miguel Hernández). La demografía se vio afectada por
un descenso en la natalidad.
2.-
El exilio.
No sólo tuvo una dimensión cuantitativa sino también cualitativa.
Muchos huyeron de España por temor a la represión franquista y se
establecieron en Francia, México y la URSS. Muchos acabaron en
campos de concentración nazis (Mauthausen). Afectó en la economía
pues con el exilio se redujo la población activa. Además muchos
eran la vanguardia de la intelectualidad (Medicina, Profesores, etc).
3.-
La represión.
Los presos e internados en campos de concentración franquistas,
condenados a trabajos forzados (Valle de los Caídos) y personas que
durante treinta años vivieron escondidas (topos). Las depuraciones
en la Enseñanza, guardia de Asalto, ejército.
No hay comentarios:
Publicar un comentario