domingo, 28 de octubre de 2012

HISTORIA DE ESPAÑA PAU: REINADO DE ALFONSO XII


XVI.- PANORAMA GENERAL DEL REINADO DE ALFONSO XIII. INTENTOS DE MODERNIZACIÓN. EL REGENERACIONISMO Y LA CRISIS SOCIO-ECONÓMICA (1902-1923)
El desastre de 1898 produjo una conmoción en el país y el régimen de la Restauración entró en crisis. Con la subida al trono de Alfonso XIII (1902) coincide una nueva generación de políticos y nuevos movimientos sociales (republicanismo, obrerismo -anarquistas y socialistas- y nacionalismo). El régimen fue incapaz de ensanchar su base social hacia esas fuerzas, que estuvieron al margen del sistema dando lugar a conflictos sociales y políticos.
Entre 1898 y 1912, los partidos dinásticos intentaron una modernización del sistema (Maura y Canalejas), pero fracasaron al producirse una fragmentación de dichos partidos: el problema colonial en Marruecos y el impacto de la Gran Guerra agudizaron los conflictos, estallando la crisis revolucionaria de 1917. El golpe de estado de Primo de Rivera y su dictadura (1923-1930) y el compromiso de la corona con el nuevo régimen desembocó en su caída en abril de 1931.
I.- EL REGENERACIONISMO. El impacto que tuvo en la opinión pública el desastre colonial provocó un movimiento intelectual y social crítico con el sistema, el regeneracionismo. Tuvo una triple vertiente: el regeneracionismo socioeconómico que agrupaba a los pequeños y medianos empresarios siendo su ideólogo Joaquín Costa (“Oligarquía y caciquismo”) que censuraba el sistema político y el falseamiento electoral, y defendía una serie de medidas que se resumían en su lema “despensa y escuela”; el regeneracionismo intelectual y literario, representado por la generación del 98 con su pesimismo existencial (Unamuno, Machado..); el regeneracionismo político representado por los dos partidos dinásticos y sus de reformismo desde dentro del sistema: los conservadores Silvela y Maura, y el liberal Canalejas.
1.- El regeneracionismo conservador. Antonio Maura personificó la renovación del Partido Conservador y presidió el gobierno en dos ocasiones: Gobierno Corto (1903-1904) y Gobierno Largo (1907-1909). Su programa político regeneracionista sería conocido como el maurismo con las siguientes características: conservadurismo católico de masas (defendía la influencia social de la Iglesia frente a la izquierda que quería un Estado laico); acabar con el caciquismo pero creando un estado corporativista (ataque al parlamentarismo y a la democracia por lo que en este aspecto es similar al fascismo); incorporación al sistema del catalanismo conservador de la Lliga Regionalista (y la creación de la Mancomunidad de Cataluña que no llegó a aprobarse); realizar reformas o hacer la revolución “desde arriba” para evitar una revolución obrera (Ley de Colonización Interior; Ley de Descanso Dominical; creación del Instituto Nacional de Previsión dedicado a los seguros obreros); política nacionalista y expansionista en Marruecos (para olvidar la derrota de 1898 y hacer concesiones a los militares que se habían convertido en un poderoso grupo de presión, y que conduciría al estallido de la Semana Trágica).
La Semana Trágica de Barcelona (julio, 1909). Tuvo la influencia de tres factores:
- El catalanismo político de la Lliga y los sucesos del periódico Cu-Cut (nov. 1905) que había publicado una sátira y unos oficiales ofendidos asaltaron sus locales y también los de La Veu de Catalunya que era el periódico de la Lliga. El gobierno no pudo castigarlos por la oposición del rey, por lo que dimitió. El gobierno Moret que emergió de la crisis aprobó la Ley de Jurisdicciones (1906) por la cual los delitos contra la patria y el ejército serían juzgados por tribunales militares. Las fuerzas políticas catalanas reaccionaron creando Solidaridat Catalana (coalición de todos los partidos antidinásticos, desde los republicanos hasta los carlistas) con brillante éxito en las elecciones de 1907.
- El republicanismo. No todos los republicanos se integraron en Solidaridat pues un grupo se reunió en torno a Alejandro Lerroux, político antimonárquico, demagogo y enemigo del nacionalismo catalán que se había hecho muy popular entre los obreros por sus mítines republicanos y anticlericales, y que en 1908 había creado el Partido Republicano Radical.
- El Movimiento Obrero. El sindicalismo catalán estaba muy influido por el anarquismo y en 1907 los sindicatos habían creado una federación obrera favorable a la lucha revolucionaria, Solidaridad Obrera, que contaba con prensa propia “Tierra y Libertad” y que impulsaría la creación de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) como sindicato anarquista en 1910.
Los sucesos estallaron cuando el gobierno de Maura obligó a reclutar tropas para la guerra de Marruecos, llamando a filas a los reservistas, muchos casados y con hijos, lo que significaba la falta de sustento familiar. En Barcelona aumentaron las protestas, se declaró la Huelga general que degeneró en un motín que duró una semana, con barricadas, conventos e iglesias incendiadas, y enfrentamientos con las tropas que, finalmente, se hizo con la situación. La represión fue brutal: tribunales militares, Consejos de guerra, 2000 condenados, cinco ejecutados entre ellos el pedagogo anarquista Ferrer i Guardia, fundador de la Escuela Moderna. La represión levantó oleada de protestas a nivel internacional (“Maura, No”) que obligó a Maura a dimitir.
2.- El regeneracionismo liberal. En 1910, José Canalejas formó un nuevo gobierno liberal que con su programa se atrajo a sectores populares (republicanos, socialistas..) basado en reformas sociales y anticlericalismo. Para limitar el poder de la Iglesia abordó el tema de su financiación, la separación Iglesia-Estado, y la negativa de la Santa Sede a cualquier reforma llevó a la promulgación de la Ley del Candado (1910) por la que se prohibía la entrada en España de nuevas órdenes religiosas y la tolerancia de las manifestaciones públicas de otras confesiones. En cuanto a las reformas sociales se sustituyó el impuesto de consumos por un impuesto progresivo sobre las rentas (protestas de los más acomodados); se reformó la Ley de Reclutamiento pasando a ser obligatoria la mili y suprimiéndose la redención en metálico; se prohibió el trabajo nocturno a las mujeres. Canalejas elaboró un proyecto de ley de Mancomunidades que posibilitaba la unión de las Diputaciones Provinciales formando una Comunidad que gestionaría determinados servicios, pero no llegó a aprobarse pues Canalejas murió en un atentado anarquista en 1912 (mientras miraba los libros del escaparate de la librería San Martín, en la Puerta del Sol esquina calle Carretas, el anarquista Manuel Pardiñas le disparó tres tiros por la espalda y luego se suicidó). La Ley sería aprobada en el gobierno siguiente del conservador Dato, formándose la Mancomunidad de Cataluña (1914).
II.- EL IMPACTO DE LA GRAN GUERRA. En 1914 tuvo lugar el estallido de la Primera Guerra Mundial entre los imperios centrales (Alemania, Austria) y los países aliados (Gran Bretaña, Francia y Rusia) y el conflicto se propagó a casi todos los países del mundo. El presidente de gobierno, el conservador Eduardo Dato declaró la neutralidad de España lo que supondría una gran oportunidad para la economía del país pues las exportaciones de productos agrarios e industriales iban a crecer ante la demanda de los países beligerantes, y además a altos precios.
Gran parte de la producción española se dedicó a la exportación por lo que los precios interiores experimentaron alzas considerables sin que subiesen los salarios. La carestía de vida se convirtió en un problema para las clases populares; se encarecieron notablemente productos básicos como el pan, arroz, bacalao, y el conflicto social creció de manera imparable. Las organizaciones obreras encabezaron una protesta cada vez mayor que desembocó en la huelga general revolucionaria del verano de 1917.
III.- LA CRISIS DE 1917. En 1917 se produjeron conflictos sociales y políticos en una Europa en guerra. En Rusia la revolución de febrero había acabado con el régimen zarista, y la revolución de octubre establecería un régimen soviético (comunista). En este contexto, en España tiene lugar una gran conflictividad social, un desmoronamiento del sistema político de la Restauración y un descontento militar que conducirá a la grave crisis de 1917. Presenta un triple aspecto: militar, político y obrero.
1.- Protesta militar: las Juntas de Defensa. El ejército español tenía excesivo número de oficiales en relación a la tropa. Además el sistema de ascenso favorecía los méritos de guerra lo que favorecía a los africanistas en detrimento de los peninsulares. Además la inflación les hizo disminuir el valor real de sus bajos salarios. El descontento de la baja y media graduación desembocó en la formación de Juntas de Defensa, asociaciones militares que nacieron en Barcelona y se extendieron rápidamente por toda España pidiendo aumento salarial y ascensos por antigüedad, culpando al gobierno de los males del país en su Manifiesto de 1917. El gobierno cedió a sus demandas lo que ponía en evidencia el poder del estamento militar.
2.- Crisis política: la Asamblea de parlamentarios. El gobierno de Dato gobernaba por decreto y con las Cortes disueltas lo que provocó aireadas protestas de nacionalistas y republicanos, a lo respondió el gobierno con la declaración del Estado de excepción y aumentando la censura. Aprovechando la crisis creada por la protesta militar, la Lliga Regionalista convocó en Barcelona una Asamblea de Parlamentarios (julio, 1917) que exigió la formación de un gobierno provisional que convocase elecciones a Cortes constituyentes. Se prohibió la convocatoria y fue disuelta por la Guardia Civil. Además, el movimiento huelguístico que se desató atemorizó a las fuerzas burguesas ante el temor a una revolución.
3.- Huelga general revolucionaria (agosto, 1917). En marzo de 1917, la CNT y la UGT firmaron un manifiesto instando al gobierno a intervenir para bajar los precios o amenazaban con una huelga general. La tensión estalló con un conflicto en el sector ferroviario valenciano: la UGT y el PSOE pidieron el fin de la monarquía, formación de un gobierno provisional que convocase Cortes constituyentes y la instauración de la República. La huelga tuvo escasa incidencia en el sector agrario pero llegó a paralizar Madrid, Barcelona, País Vasco y Asturias. El gobierno respondió con medidas represivas, declaró la Ley Marcial y envió al ejército a aplastar el movimiento. El balance fue de 70 muertos, 200 heridos, 2000 detenidos. El sistema político de la Restauración entró en su crisis definitiva.
IV.- DESCOMPOSICIÓN DEL SISTEMA (1917-1923). Entre 1917 y 1923 la conflictividad política y social hizo imposible la supervivencia del régimen de la Restauración.
1.- Descomposición política. Los escasos deseos de renovación política de los partidos dinásticos y la cada vez mayor fuerza de los grupos exteriores al sistema hicieron entrar en una profunda crisis al régimen. Los partidos dinásticos sin líderes fuertes se fragmentaron en grupúsculos, cada uno con su propio líder, lo que hacía inviable mayorías parlamentarias para formar gobiernos estables, recurriéndose a gobiernos de concentración (el más relevante el Gobierno Nacional de Maura de 1918). Al fracasar se volvió al turno dinástico con gobiernos que no llegaban al año de vida, recurriéndose a medidas de excepción, suspensión de garantías constitucionales y disolución del Parlamento.
2.- Conflictividad obrera y pistolerismo. Los años que siguieron a la Gran Guerra fueron de enorme conflictividad en toda Europa pues el establecimiento del estado soviético infundió esperanzas en el Movimiento Obrero. Además, al finalizar la guerra, en España descendió la producción, aumentó el paro y subieron los precios, provocando el crecimiento del sindicalismo. En Barcelona se inició en 1919 una huelga en La Canadiense (suministradora de electricidad) que paralizó a la industria local y finalizó tras mes y medio de huelga con el acuerdo de la patronal de readmitir a los despedidos, aumentar los salarios y establecer una jornada laboral de 8 horas. El incumplimiento de los acuerdos hizo que se reanudase la huelga, a lo que contestó la patronal con un lock-outs (cierre de empresa) y la represión del gobierno. Los empresarios contrataron a pistoleros a sueldo para asesinar a dirigentes sindicales, fundando el Sindicato Libre (acción violenta) a lo que respondieron los anarquistas de la CNT atentando contra autoridades, patronos y fuerzas del orden (“propaganda por el hecho”). El gobernador civil de Barcelona, el general Martínez Anido ejerció una dura represión, aplicando “La Ley de fugas” (la policía podía disparar si intentabas huir).
La época del pistolerismo (1916-1923) en la que tuvieron lugar más de 800 atentados y más de 200 asesinatos -128 obreros y 25 patronos- (El presidente de gobierno Eduardo Dato que recibió 20 disparos de cenetistas en la Puerta de Alcalá -1921-; y el dirigente cenetista Salvador Seguí “El Noi del Sucre” por pistoleros a sueldo -1923-).
En Andalucía tuvo lugar el Trienio bolchevique (1918-1921) consecuencia del hambre de tierras, deterioro de los salarios y pésimas condiciones de vida de los jornaleros. Los campesinos ocuparon las tierras, quemaron las cosechas con huelgas revolucionarias y manifestaciones que serían aplastadas por el ejército al declararse el Estado de guerra.
3.- La guerra de Marruecos: el desastre de Annual. En la Conferencia de Algeciras (1906) y por posterior Tratado hispanofrancés (1912), Francia y España se repartieron Marruecos, creando un protectorado en el que a España le correspondía el territorio del Riff, zona montañosa del norte, con la obligación de pacificarlo y organizarlo: aunque se esperaba sacar provecho económico de posibles inversiones mineras, en realidad se trataba de restaurar el prestigio del ejército, hundido tras el desastre de Cuba. Los rifeños organizados en cabilas, atacaron a las tropas española que sufrieron una importante derrota en el Barranco del Lobo. El gobierno decidió aumentar el número de soldados, llamando a filas a reservistas, lo que provocó el estallido de la Semana Trágica de Barcelona (1909).
A comienzos de 1920, la zona oriental del protectorado de Marruecos, en torno a Melilla, estaba hostigada por cabilas rifeñas al mando de Abd el-Krim. Para dirigir a las tropas se eligió a un amigo del rey, el general Silvestre que emprendió una campaña hacia el interior que acabó con el desastre de Annual (1921), muriendo 13.000 soldados (entre ellos Silvestre) y perdiéndose el territorio ocupado.
El ministro de la Guerra nombró al general Picasso para que investigara en Melilla los sucesos y en 1922 entregó al Congreso el Informe Picasso que ponía de manifiesto las implicaciones del Alto Mando y de la corona en el desastre. En 1923, y ante la amenaza de que se iban a pedir responsabilidades, sectores del ejército y de la derecha propiciaron el golpe de estado de Miguel Primo de Rivera (13 set. 1923).






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